MEDIO AMBIENTE SENDEROS
Rehabilitan el puente de Monares en Llimiana y alargan el sendero de Cellers
La pasarela sufre daños por el paso del tiempo aunque no hay peligro para la circulación
La pasarela actual en el puente y el inicio de la carretera local.
La Diputación ha licitado las obras para reparar el puente de Monares, en el tramo inicial de la carretera local de Llimiana, la LV-9121, construido en los años treinta del siglo pasado y con graves patologías asociadas a su antigüedad y falta de conservación. El proyecto también contempla crear una nueva vía verde de 600 metros que enlazará el actual sendero habilitado en parte del embalse de Cellers, hasta la zona conocida como la platgeta de Llimiana. Pese a que el puente presenta “graves” patologías en su estructura no hay peligro para el paso de vehículos ni de camiones según en diputado de los Servicios Técnicos de la Diputación, Marc Baró.
La rehabilitación permitirá la adecuación de la plataforma para garantizar el sistema de contención, y que el puente pueda asumir cargas mayores. Además se generará un nuevo espacio adicional de paso para peatones. El proyecto prevé una inversión de 1,1 millones de euros y la construcción de una pasarela adosada al puente y al tramo inicial de la carretera de Llimiana.
Se trata de la instalación de una estructura adosada al lado izquierdo de la vía y la construcción de un muro de escollera para sustentar parte de esta pasarela, según explicaron fuentes de la Diputación. Esta actuación dará continuidad al sendero de 3,3 kilómetros que pasa por diferentes lugares de interés al otro lado del lago.
Una ruta natural que recorre el pantano, el pueblo y la estación
El nuevo sendero de 600 metros de longitud dará continuidad al ya existente cruzando el embalse con la pasarela adosada al puente de Monares y siguiendo junto a la carretera hasta llegar a la zona de la platgeta.
Será un recorrido de poco más de cuatro kilómetros que se podrá hacer a pie o en bicicleta. Esta zona de baño en el pantano es muy frecuentada por vecinos y turistas, especialmente durante los fines de semana del verano y algunos días festivos, cuando se congregan allí decenas de personas. El sendero fue acondicionado gracias a un convenio que firmaron Endesa (con la cesión de los terrenos), el ayuntamiento de Castell de Mur y el consell del Jussà.
La creación de este itinerario hace ocho años costó 387.000 euros.
