El Estado plantea un pago de hasta 50 euros al año para las vías rápidas a partir de 2024

El Estado plantea un peaje de entre 40 y 50 euros anuales para los coches que circulen por vías rápidas (autovías y autopistas) a partir de 2024. En el caso de los vehículos pesados, este importe se duplicará, mientras que los motoristías tendrían que abonar entre 15 y 25 euros. De este modo, el gobierno central da respuesta a la medida que constaba en el plan que presentó ante la Unión Europea para solicitar fondos de recuperación ante la pandemia.

Fuentes del ministerio de Transportes citadas por Heraldo de Aragón confirmaron que el objetivo es poner en marcha este sistema a través de una viñeta, que estaría en vigor hasta que se adopte un modelo de pago por kilómetro. El objetivo es destinar los ingresos que se generen a través de este sistema al mantenimiento de la red de carreteras. En este sentido, el ministerio sostuvo ayer que la conservación supone “un importe relevante, que actualmente se paga con cargo a los presupuestos”.

Destacaron que están trabajando para elaborar una propuesta “que pueda definir las líneas generales y los objetivos del modelo, para lo que hemos creado un grupo de trabajo interministerial”. Asimismo, destacaron que 25 Estados miembros de la Unión Europea tienen tarificada su red de carreteras y en 15 de ellos representa el 100% de la red de vías de alta capacidad estatal, mientras que en España es solo el 12% (tanto para los vehículos ligeros como para los pesados). La puesta en marcha del sistema que baraja el Estado, que entraría en vigor en 2024, llegaría tras poco más de dos años de gratuidad de la AP-2, que dejó de ser de pago el pasado 1 de septiembre.

Mientras, la nueva adjudicataria del mantenimiento de la autopista continúa avanzando con los trabajos de derribo del peaje de Lleida ciudad (ver desglose).

Avanza el derribo de las casetas de peaje de Lleida

El derribo del peaje de la AP-2 en Lleida ciudad sigue avanzando y ya no queda ni rastro de las casetas de cobro ni de las estructuras de hormigón que dividían los carriles. Los trabajos los está llevando a cabo la nueva adjudicataria de la autopista a su paso por la demarcación, la unión temporal de empresas formada por Arnó, Aquaterra y Rubau.

Las obras para desmantelar este peaje empezaron a principios de este mes y cuando estén listos la empresa abordará los trabajos en los de Soses, Les Borges Blanques y L’Albi, por este orden. La autopista dejó de ser de pago el pasado 1 de septiembre y desde entonces el tráfico en la carretera N-240, que transcurre paralela a la AP-2, se ha reducido más de un 30% desde entonces. El mismo día también entró en vigor una ampliación del desvío obligatorio de camiones de la N-240 a la autopista, que se aplica entre Lleida y Montblanc.

Arnó, Aquaterra y Rubau se adjudicaron el contrato para la conservación de la autopista a su paso por Lleida, un tramo de casi 61 kilómetros, que incluye también las áreas de servicio de la capital del Segrià y Les Garrigues. Supondrá una inversión de casi 11,9 millones de euros durante un plazo de 2 años.