Muere Joan Perelada, alcalde 24 años de La Vall de Boí que hizo universal el románico

La Vall de Boí y la Alta Ribagorça perdieron ayer a su político local de más solera, el veterano Joan Perelada, que fue alcalde durante 24 años (1995-2019) y presidente del consell comarcal entre 1999 y 2011. Perelada murió a los 62 años tras padecer un cáncer que le fue diagnosticado hace más de un año. Las condolencias no tardaron en llegar y lo hicieron desde todos los ámbitos.

El alcalde de El Pont de Suert, Josep Antoni Troguet, calificó a Perelada como el “revitalizador” de la comarca. De hecho, fue el gran artífice de la declaración de las nueve iglesias románicas del valle como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, lo que logró a finales de 2000. Fue una obra coral, que sin él hubiera sido difícil.

Contó con la ayuda, entre otras, de la periodista Carme Polo, que ayer recordó el trabajo incansable de Perelada hasta lograr un reconocimiento que ha servido durante más de dos décadas como revulsivo cultural y turístico en La Vall de Boí. El vicepresidente Jordi Puigneró (Junt), el diputado Òscar Ordeig (PSC) y ERC lamentaron también su pérdida. Además del proyecto sobre el románico de La Vall, Perelada estuvo también al frente de la promoción de las fallas del Pirineo como Patrimonio Inmaterial de la Unesco, una candidatura que presentaron España, Francia y Andorra y cuya declaración se consiguió en diciembre de 2015.

Durante aquel tiempo Perelada fue presidente de la asociación de municipios fallaires de Catalunya.Perelada era de profesión agente forestal, pero tras iniciarse en la política aparcó su labor en la conselleria de Agricultura. La primera candidatura a la alcaldía de La Vall de Boí la perdió ante su rival Andreu Fantova (CiU), lo que forjó su tenacidad para las siguientes convocatorias. Concurrió a la alcaldía bajo las siglas de CiU, PSC e indepdendientes (ver desglose) y lo justificaba arguyendo que siempre buscó un “paraguas” para la localidad para la que trabajaba.

Junto a los logros ante la Unesco, Perelada estuvo detrás de la consecución también de un paquete de fondos extraordinarios que el Gobierno central consignó en un plan piloto para la Alta Ribagorça y la Ribagorza aragonesa. Fue el programa de la Ribagorça Románica, dotado con seis millones de euros. Tras su prolongado paso por la política, en el que destacó también su apoyo a la estación de esquí de Boí Taüll, dedicó sus últimos años al balneario de Caldes de Boí, donde ejerció su última actividad profesional.

Una defensa del territorio bajo distintos paraguas Tras un primer mandato en el ayuntamiento al frente de una candidatura independiente con democristianos de Unió, Perelada se presentó a las dos siguientes elecciones al frente de listas de CiU. En 2007, durante el Govern tripartito en la Generalitat, se presentó como candidato de una lista de Progrés Municipal, vinculada al PSC. Desde 2011encabezó candidaturas independientes.