Los descendientes de una explotación rústica en pueblos rurales se podrán hacer una nueva vivienda
Vicepresidencia anuncia la mayor operación de creación de suelo industrial y logístico que se ha hecho nunca en Lleida
El Govern pondrá fin a partir de enero a una de las problemáticas más importantes de los descendientes que viven en una vivienda en una explotación rústica en el ámbito de los municipios rurales y ahora no se pueden hacer una nueva casa para quedarse a vivir. A partir de la aprobación de los presupuestos del próximo 23 de diciembre entrarán en vigor cambios en la Ley de Acompañamiento de los mismos en relación al urbanismo con la intención de simplificar trámites en el mundo rural y favorecer la reactivación económica y la repoblación. Lo ha explicado este jueves en Lleida el vicepresidente Jordi Puigneró, que también ha anunciado la mayor operación de creación suelo industrial y logístico que se ha hecho nunca en Lleida con 339 hectáreas más de polígonos.
Puigneró ha explicado que estas mejoras son para dar respuesta a una "reivindicación" de hace muchos años proveniente de muchos municipios pequeños del país, rurales, en el ámbito de los micropueblos que tienen menos de 500 habitantes. Ha recordado que estos municipios tienen una población que representa el 1% de todo el país, pero que "cuidan" al 35% del territorio.
En concreto se ha aprobado facilitar que, en los municipios rurales, un descendiente del titular de una explotación rústica familiar pueda hacerse una vivienda. De esta manera, los descendientes de un titular de una granja o finca agrícola pueden construirse o rehabilitar una vivienda en esta misma finca siempre que lo destine a uso residencial familiar, cosa que ayuda a fijar la población y da continuidad a los proyectos de vida en el mundo rural.
Otro de los cambios introducidos en la ley es que se admitirán iniciativas colectivas para construir o reutilizar edificaciones para destinarlas a alojamientos de trabajadores temporeros. La medida quiere favorecer iniciativas colectivas, como de cooperativas agrícolas, para permitir alojamientos como albergues para los temporeros, cosa que hasta ahora no era posible. Así, se da salida a iniciativas de este tipo con una menor ocupación del suelo no urbanizable ya que estos alojamientos estarán al servicio de varias explotaciones.
Por otra parte, también se simplifica el procedimiento de autorización de las construcciones agrícolas y ganaderas dotando de mayores competencias los municipios, ya que, por debajo de 5.000 metros cuadrados de ocupación en planta, deja sin efecto el informe hasta ahora perceptivo de la comisión territorial de urbanismo.
Asimismo, se amplían los usos de actividad económica en el suelo no urbanizable ya que se amplían los admitidos y se permite modificar, ampliar o efectuar nuevas construcciones en edificaciones catalogadas con el objetivo de permitir, por ejemplo, que profesionales liberales puedan ejercer la suya fina en este tipo de edificaciones. Esta medida permite que se amplíen masías o casas rurales para usos auxiliares o para usos turísticos cuando se trata de turismo rural, cosa que abre la puerta a otros usos diferentes al agrícola y ganadero en estos espacios.
Por último, se da la posibilidad de ejecutar obras de urbanización por fases cosa que facilita, por ejemplo, que si un municipio pequeño quiere dar continuidad a una calle y dotarlo de todos los servicios o alcantarillas, podrá hacerlo aunque forme parte de un proyecto más amplio, como la creación de todo un barrio, que no se haya desarrollado. Esta es una medida que favorece la reactivación económica pero también la sostenibilidad ya que favorece el crecimiento en la dimensión adecuada.
Más suelo industrial en Ponent
El Institut Català del Sòl, INCASÒL, tiene actualmente en comercialización 19,4 hectáreas de suelo destinado a actividad económica en Alcarràs, Balaguer, Bell-lloc d'Urgell y Cervera. Suman un total de 42 parcelas de diferentes tipologías, situadas en los sectores Lo Tossalet Roig d'Alcarràs, Campllong III polígono II de Balaguer y Vinyes del Mig de Bell-lloc d'Urgell.
Paralelamente, el INCASÒL tiene en preparación siete sectores más situados en Almacelles (SUR 12.ª), Lleida (SUR 21 Fondo Magraners y Torreblanca – Quatre Pilans), Els Alamús (La Serreta), Les Borges Blanques (Vaca Roig) y Tàrrega (Boscarró i Plans d'Ofegat). Estos sectores suman cerca de 607 hectáreas de las cuales 339 se destinarán a actividad económica.
Todos ellos son sectores situados estratégicamente cerca de las principales vías de comunicación de la zona A-2 y AP-2, del aeropuerto de Alguaire y de la línea de de ferrocarril Lleida – Tarragona. La diversidad de tipologías de los sectores en comercialización se completará con la creación de parcelas de grandes dimensiones en los futuros sectores que permitirán atraer grandes empresas tractoras que dinamicen la actividad económica para generar puestos de trabajo.
El objetivo es crear una red de polígonos, conectados entre ellos, con diversidad de usos y parcelas con el fin de poder atraer y dar respuesta a todo tipo de empresa que quiera instalarse en Catalunya.