Objetivo: captar a un millón de aficionados más

Cuatro de cada diez catalanes de más de 15 años practican el esquí. Un 11,1% de la población (cerca de 712.000 personas) esquían habitualmente y un 28% (unos 1,8 millones)lo hace de forma esporádica.El resto de la población no ha esquiado nunca. No obstante, el sector de la nieve podría a captar a un 15,8% más de catalanes.

Estos, que suponen cerca de un millón de personas, son los que se plantean iniciarse en el deporte blanco en los próximos años. El otro 45,1% de los catalanes no tiene entre sus planes estrenarse en el esquí. Así consta en el Llibre Blanc de les Estacions de Muntanya de Catalunya, un documento que se hizo público en 2020 y que analiza la situación del sector y sus necesidades.

Una de las iniciativas que ayuda al esquí a captar nuevos adeptos es el Esport Blanc Escolar, cuya novena edición empezará en febrero. La Generalitat tiene todavía pendiente analizar si este proyecto ha cumplido con el objetivo de fidelizar a los jóvenes y asegurar el relevo generacional. Lo que sí ha hecho, según fuentes del Govern, es permitir que hijos de familias que viven cerca de las pistas esquíen por primera vez.El Llibre Blanc también determina, tomando como referencia la temporada 2018-2019, que casi 7 de cada 10 esquiadores practican únicamente el alpino, el 12,7% solo el snowboard y el 3,6% exclusivamente el nórdico.

A ellos hay que añadirle los que combinan estas modalidades. Este mismo estudio establece que la gran mayoría de esquiadores de alpino y de fondo que viven en Catalunya eligen una estación local como destinación habitual. Las zonas más frecuentadas para el deporte blanco en el exterior son Andorra para el alpino (29,1%) y el Pirineo francés para el nórdico (12,3%).

En cuanto a la procedencia de los esquiadores que reciben las pistas de Lleida, desde el Patronato de Turismo de la Diputación explicaron que en la campaña 2018-2019 más del 41% fueron catalanes y casi el 20% llegaron desde Madrid. Los visitantes extranjeros representaron un 13%, de los que el 67% fueron franceses. Por lo que respecta al impacto económico que generan las estaciones de esquí en el territorio, este se sitúa alrededor de los 5,3 euros por cada euro ingresado por los complejos de invierno, según el Llibre Blanc.

Por su parte, desde el Patronato de Turismo de la Diputación aseguraron que en la campaña 2019-2020, que tuvo que terminar un mes antes de lo previsto debido al estallido de la crisis sanitaria del coronavirus, el impacto económico directo de las pistas de esquí del Pirineo leridano fue de 209 millones de euros, de los que 33,2 procedieron de la venta de forfaits.

Los vuelos de esquiadores suecos vuelven a Alguaire en febrero

El aeropuerto de Alguaire recuperará en febrero los vuelos de esquiadores suecos de Quality Travel. De este modo, el aeropuerto retomará la campaña de invierno, que el año pasado no se llevó a cabo debido a la pandemia.

La última temporada terminó en marzo de 2020, cuando estalló la crisis sanitaria de la Covid. Entonces solo operó Quality Travel, que trajo a 2.520 pasajeros al Pirineo, que fueron a esquiar a Baqueira y a las pistas de Andorra. Para este invierno, el turoperador vuelve a ofrecer a sus clientes la opción de esquiar en la Val d’Aran y para hospeadarse pueden elegir entre los hoteles Montarto, MIM Baqueira, Tuc Blanc y AC Baqueira, según consta en su página web.

En la temporada 2019-2020, Quality Travel fue el único turoperador que trajo esquiadores a Lleida, después de que la quiebra de Thomas Cook en 2019 dejara a Neilson sin los aviones que usaba para sus operaciones en Alguaire. El aeropuerto también recuperó en verano los vuelos de Air Nostrum a Ibiza y Menorca, que el año pasado se suspendieron. Esta aerolínea ofrece también el vuelo semanal a Palma.