El esquí reabre pistas al remitir el vendaval y la Generalitat alerta ante una nueva nevada

Boí Taüll volvió a abrir ayer, después de que el lunes no pudiera hacerlo debido al viento. Espot y Port Ainé reabrieron las cotas altas al remitir las fuertes rachas, mientras que Baqueira recuperó la zona de la Bonaigua. Las pistas se volvieron a llenar ayer y las de la Alta Ribagorça y el Pallars Sobirà han recibido a más de 14.000 esquiadores desde el sábado.

El puerto de la Bonaigua reabrió ayer después de que el domingo se cerrara por riesgo de aludes. Sin embargo, Protección Civil puso ayer en prealerta el plan Neucat ante la previsión de fuertes nevadas en Aran, que mañana afectarán al resto del Pirineo. El Meteocat elevó su alerta por nieve y pronosticó más de 5 centímetros en cotas superiores de los 700 metros.

También advirtió de fuerte viento en las comarcas del llano. Los hoteles, casas rurales y bungalows del Pirineo siguen rozando el lleno y no han tenido cancelaciones pese al llamamiento de la Dirección General de Tráfico, que instó a los turistas que estuvieran en el norte de España que avanzaran su regreso ante el riesgo de nevadas. En cuanto al personal del sector turístico, el presidente del Grèmi d’Ostalaria dera Val d’Aran, Xacobe Bartolomé, indicó que hay “negocios con menos personal del que sería deseable”.

No obstante, señaló que esto no impide que funcionen con normalidad.