PATRIMONIO HISTÓRICO
La Torre de Capdella se queda una iglesia en ruinas para evitar que se derrumbe
El obispado de Urgell accede a entregarla al ayuntamiento, que la rehabilitará
El ayuntamiento de La Torre de Capdella se ha convertido en el propietario de la iglesia abandonada del pueblo de Envall. El templo de Sant Jaume, cerrado desde hace décadas, está actualmente en ruinas y el consistorio ha pactado con el obispado de Urgell la cesión del inmueble como primer paso para evitar que se derrumbe. El alcalde, Josep Maria Dalmau (ERC), explicó que las primeras obras se concentrarán en impedir que el edificio se desplome, y que posteriormente pensarán qué uso darle a esta pieza del patrimonio histórico local.
El consistorio ya hizo décadas atrás obras para consolidar el campanario, mientras que los vecinos de Envall, agrupados en una cooperativa para revivir el pueblo después de que quedara abandonado en los años setenta, también llevaron a cabo trabajos para rehabilitar el inmueble. Pese a todos estos esfuerzos, el deterioro de parte del edificio llevó al consistorio a abrir un expediente de ruina e instar al obispado a hacer las reparaciones necesarias. En caso contrario, el consistirio advirtió que las haría de forma subsidiaria, con cargo a la diócesis.
Finalmente, ambas partes acordaron la cesión del edificio al municipio. El obispado puso como condición que los futuros usos del antiguo templo estén “en consonancia con la moral católica”. El pleno del pasado mes de noviembre ratificó el acuerdo de cesión.
Cabe recordar que durante muchos años el ayuntamiento de La Torre de Capdella ha recabado ayudas públicas y ha llevado a cabo obras para preservar la gran mayoría de las iglesias del muncipio.