Andorra sobrevolará los atascos

Un telecabina desde el aeropuerto de La Seu hasta Sant Julià de Lòria, un tranvía desde allí hasta Escaldes-Engordany y dos líneas más de transporte por cable para conectar esta última parroquia con las de Encamp y la Massana. Este es el proyecto del Gobierno de Andorra para sobrevolar los atascos, cada vez más frecuentes tanto en las carreteras del país como en la frontera con el Alt Urgell. Ejemplo de ello son las colas kilométricas durante el pasado puente de la Purísima.

La red viaria del Principat acoge 337.000 desplazamientos diarios (la mayor parte, 224.000, en vehículos particulares) y todo apunta a que la tendencia seguirá al alza y llegará a 400.000 en 2030. Esto pone en peligro la movilidad en el país y su éxito como destino turístico. “Si queremos continuar recibiendo turistas no podemos continuar sometiendo la red viaria a tanta presión”, afirma el ministro de Presidencia, Economía y Empresa andorrano, Jordi Gallardo.

Su apuesta, avalada por estudios que la consideran viable, pretende “proteger la experiencia de los turistas” y la calidad de vida de los residentes, implantando nuevos medios de transporte público como alternativa a las carreteras que ya funcionan en otros países de Europa y América (ver desglose).La inversión necesaria para hacer realidad la totalidad del proyecto se estima en 381 millones de euros, que el Gobierno andorrano prevé afrontar mediante concesiones y recabando ayudas de entes internacionales. En el escenario más optimista, las primeras obras se esperan “antes de 7 años”, según el ministro. Una vez en marcha, se espera que el sistema transporte a un máximo de 21 millones de pasajeros al año, una cifra suficiente para facilitar la movilidad en el país.

El coste para lograrlo, además del que supondrán las obras, es un déficit de explotación que se asume como inevitable y se estima entre 6 y 12 millones de euros al año.

Una obra que exigirá alcanzar un acuerdo con España

A pesar de que la conexión por cable entre el aeropuerto de La Seu y Andorra figura en el estudio como tramo 1 del futuro sistema de transporte público del Principat, en realidad se plantea como el último en ejecutarse. Para el ministro Gallardo, la prioridad es evitar el colapso de la movilidad interna del país, que presenta ya numerosos puntos negros en las parroquias centrales.

Por este motivo, el primer paso para el Ejecutivo andorrano sería la construcción del tranvía entre Sant Julià de Lòria y Escaldes-Engordany. Gallardo apuntó que “es la etapa más sencilla desde el punto de vista técnico” y también la que daría una alternativa para la movilidad “en el tramo más colapsado” de la red viaria del país. A esta infraestructura le seguirían las líneas de transporte por cable desde Escaldes hasta las parroquias de Encamp y La Massana, con trazados todavía por determinar.En cuanto al teleférico hasta el aeropuerto de La Seu, Andorra no puede construirlo de forma unilateral.

Hacerlo requeriría un acuerdo político con el Gobierno español. El Principat lo condiciona además a que la actividad del aeropuerto “vaya al alza y facilite la llegada de turistas más allá del mercado español”.

Toulouse, Londres y otras ciudades como modelo para el Principat

El Gobierno andorrano ha tomado como modelo ciudades europeas como Londres o Toulouse.

En la capital británica funciona tanto el transporte por cable como el tranvía, mientras que la localidad francesa tiene una extensa red de tranvías y un teleférico en construcción. El Principat toma también como referencia países como Bolivia, donde una decena de líneas de transporte por cable dan respuesta a las necesidades de movilidad en terreno montañoso.Andorra plantea un sistema mixto, donde los teleféricos cubren tres de los cuatro tramos previstos. El Gobierno andorrano lo considera el medio de transporte “más limpio” en cuanto a emisiones.

El único tramo de tranvía, entre Sant Julià de Lòria y Escaldes-Engordany, se debe a que el desarrollo urbanístico de la zona no permite disponer pilonas para los cables en largas líneas rectas.