El esquí abre el año con miles de aficionados y buenas previsiones pese a la pandemia

El sector turístico de Lleida ha empezado el año con buen pie. Las pistas de esquí han estrenado el 2022 con miles de visitantes, animados por el buen tiempo, y cuentan con buenas perspectivas para las próximas semanas. De este modo, en un Fin de Año sin discotecas ni pubs y con el aforo limitado en restaurantes y cafeterías, el Pirineo ha vuelto a colgar el cartel de completo a pesar del auge de los contagios de coronavirus y numerosas cancelaciones de reservas.

Los bungalows y las casas de turismo rural de toda Lleida han registrado una ocupación del 100%. Mientras, los hoteles del Pirineo han tenido entre el 90% y el 95% de sus plazas reservadas por Fin de Año, con picos de hasta el 100% en algunas zonas de la Val d’Aran. Las estaciones han recibido a más de 14.000 visitantes.

Así, entre el sábado y ayer, Boí Taüll recibió a 4.568 esquiadores; Port Ainé, a 4.320; y Espot, a 2.614. Fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC, titular de estos tres dominios), aseguraron que estos son unos buenos datos que confirman que “hay ganas de nieve”. Asimismo, Tavascan ha contado con unos 550 visitantes estos mismos días, mientras que entre el viernes y ayer aproximadamente 2.500 personas han esquiado en Port del Comte.

Baqueira, por su parte, no facilitó datos, aunque los visitantes de este fin de semana también se cuentan por miles. Fuentes de la estación aranesa aseguraron que contaron con una “alta afluencia” de esquiadores. Esta estación tiene capacidad para transportar a más de 61.300 personas cada hora.

El Patronato de Turismo de la Diputación estima que entre el 25 de diciembre y el próximo domingo las estaciones de esquí venderán unos 250.000 forfaits, una cifra que si se confirma superaría la conseguida en la Navidad de 2019 (la última antes de que estallara la pandemia).