La plaga de conejos se extiende en el llano y proponen medidas inéditas para contenerla

La plaga de conejos que el año pasado se concentraba en su mayor parte el Segrià y Les Garrigues se ha extendido al conjunto del llano de Lleida. Así lo han constatado tanto agricultores que han sufrido daños en sus fincas provocados por estos animales como el departamento de Acción Climática, que plantea nuevas medidas para contener su proliferación. Van desde ampliar aún más el el periodo hábil para cazarlos hasta solicitar al Gobierno español que autorice el uso de un biocida, fosfuro de aluminio, para reducir su población, un método inédito hasta ahora.

Los daños ocasionados por conejos se constatan tanto en terrenos de huerta en Torres de Segre hasta grandes extensiones de trigo y cebada en la Segarra, con daños superiores al 80% de los cultivos en parcelas de Els Plans de Sió. En el entorno del pantano de Utxesa, los conejos dañaron en tres días unos 1.800 albaricoqueros de primer año, mientras que ocasionaron desperfectos en 250 manzanos en Les Borges Blanques en una sola noche. La falta de lluvias de los últimos meses agrava los perjuicios que ocasionan estos animales, ya que no encuentran alimento y agua suficiente en el medio natural y acuden a buscarlo en parcelas agrícolas.

Frente a esta situación, la Generalitat ha puesto ya en marcha medidas como acelerar la concesión de licencias de caza allí donde los conejos provocan daños a cultivos e instar a los titulares de cotos a solicitarlas y abatirlos en las zonas de mayor concentración. En ellas está prohibida la caza de zorros, un depredador de estos animales. Asimismo, Acción Climática planteará al consejo de Caza de Catalunya ampliar el periodo hábil para abatir conejos, desde mediados de agosto hasta abril.

El año pasado comenzó en septiembre y hace dos, en octubre. En 2021 hubo por primera vez un periodo adicional de dos meses, en julio y agosto, para cazarlos donde provocaban daños

Agrava los daños que provocan estos animales, ya que no hallan alimento en el medio natural

La conselleria planteará al Estado un plan piloto para usar un gas biocida que no se transmite en la cadena trófica. Actualmente se usa para evitar que topos y roedores socaven con sus madrigueras el suelo bajo carreteras y líneas de tren, pero no se permite en espacios agrícolas.

El Govern recoge una petición de agricultores afectados.