El buitre negro se extiende en el Pallars y anima el turismo de aves

El buitre negro se expande en el Pallars Jussà, más allá de la reserva de Boumort donde, hace más de una década, se puso en marcha un programa para salvarlo de la extinción. Ahora su población se calcula en más de sesenta ejemplares y se les avista ya en áreas cada vez más apartadas de la reserva. Para contribuir a la expansión de esta especie y orientarla hacia sus antiguos territorios de cría en el Pirineo oscense, Endesa y la Associació Trenca instalaron en 2019 un muladar en el municipio de Senterada, el último abierto hasta la fecha.

Desde entonces, este muladar ha atraído tanto a aves carroñeras como a aficionados a la ornitología, que acuden de toda Europa para avistar en un solo lugar las cuatro variedades de buitre del continente: el buitre común, el negro, el quebrantahuesos y el alimoche. Todos ellos acuden a este espacio, mientras que los visitantes pueden observarlos y fotografiarlos desde un escondite (hide) habilitado con este fin, propiedad de Trenca y gestionado por un operador de viajes.Hasta la fecha han avistado en este muladar 27 ejemplares de buitre negro, casi la mitad de la colonia, algo que refuerza las expectativas de que esta instalación sirva de “puente” para la expansión de esta especie hacia territorio aragonés. A estos se suman el resto de variedades de buitres y también otras aves como el águila dorada o el milano.

Endesa y Trenca colaboran en la gestión y el mantenimiento de tres de estos puntos de alimentación para aves carroñeras en el Pirineo, que sirven también a ganaderos locales como alternativa a la retirada e incineración de los cadáveres de sus animales. En cuanto a su impacto turístico, el instalado en el municipio de Senterada ha recibido hasta la fecha unas 40 sesiones de entre una y cuatro personas, en viajes organizados que incluían alojamiento y comidas en los establecimientos de la zona.