RENOVABLES PLANIFICACIÓN
La mitad de la energía limpia de Lleida, en manos del Estado y el Govern lo ve inevitable
Jordà da por hecho que parte de las centrales solares y eólicas se harán bajo autorización estatal || Al margen de las exigencias de la Generalitat, como ya hacen promotores de molinos y paneles solares
Paneles solares en el monasterio de Les Avellanes - El monasterio de Les Avellanes se ha sumado al autoconsumo de energía con la instalación de paneles solares en los tejados. Su objetivo es reducir el consumo de electricidad procedente de la r ...
Casi la mitad de la energía renovable en trámite en las comarcas de Lleida está bajo el control del Estado, al tratarse de centrales solares y eólicas que superan los 50 MW de potencia, el umbral a partir del cual su autorización pasa a ser de competencia estatal. Sus promotores no están sujetos a requisitos de la Generalitat como informar a los ayuntamientos y buscar acuerdos con el territorio, algo que choca con la política energética catalana y distorsiona la planificación territorial que el Ejecutivo catalán prevé aprobar este año. Sin embargo, el departamento de Acción Climática lo acepta como algo inevitable.
Una central solar y tres eólicas en tramitación ante el Estado suman actualmente 253 MW de potencia en Lleida, el 47% de lo previsto en toda la provincia. El resto, 284 MW, depende de la Generalitat. Bajo el decreto que el Ejecutivo catalán aprobó en octubre, solo se han autorizado hasta ahora dos pequeñas plantas solares en toda Catalunya: una en Anglesola, pendiente de iniciar obras en los próximos meses, y otra en Ulldecona.
Sin embargo, se espera que más proyectos de competencia autonómica se desbloqueen en las próximas semanas tras pasar más de tres meses paralizados. La consellera de Acción Cimàtica, Teresa Jordà, da por hecho que parte de los proyectos de energías renovables en territorio catalán quedarán fuera del control de la administración catalana. “Todo el mundo está en su derecho a presentarlos, unos ante la Generalitat y otros ante el Estado”, afirmó ayer.
En la misma línea se pronunció la directora del Institut Català de l’Energia (Icaen), Marta Morera, aunque subrayó que los proyectos que no tengan acuerdo con el territorio pueden enfrentarse a mayores dificultades al chocar con rechazo social. Jordà y Morera presentaron un estudio sobre el sistema energético catalán hasta 2050. Este documento no contempla las líneas de muy alta tensión desde Aragón que promueve Forestalia ni tampoco las nucleares a partir de 2030 para garantizar el suministro de energía.
Una extensión de renovables como la del Pla para cerrar nucleares
El estudio que presentó la Generalitat considera viable asegurar el suministro eléctrico de Catalunya sin posponer el cierre de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós, previsto para 2030. Las previsiones del Govern para la próxima década apuntan a un despliegue de paneles solares y molinos que ocuparía unas 30.000 hectáreas, una superficie similar a la del Pla d’Urgell. Para 2050 se espera que esta extensión llegue a 80.000 hectáreas, similar a la de toda la comarca de Les Garrigues.
Jordà y Morera recalcaron que para alcanzar estos objetivos no bastará el autonsumo eléctrico en tejados de edificios, y apuntaron que debe complementarse con grandes instalaciones de paneles solares y molinos (entre ellos 1.000 MW de eólica marina), hidrógeno verde y eficiencia energética.
