Indignación en La Granja por la tala de árboles a la entrada del pueblo

La desaparición de los árboles a la entrada de La Granja d’Escarp ha provocado indignación entre los vecinos y el ayuntamiento. Tras más de medio siglo al pie de la carretera, operarios los talaron el pasado 21 de enero, en el marco de trabajos de conservación de esta vía propiedad de la Generalitat. El ayuntamiento ha exigido explicaciones al Govern por esta actuación y le ha reclamado que plante nuevos ejemplares para sustituir los que ha eliminado.

“Han talado unos árboles majestuosos que formaban parte de un lugar de referencia y de la memoria histórica de muchos vecinos y vecinas de La Granja desde hacía muchos años”, lamenta el alcalde, Manel Solé (PDeCAT), en una carta al responsable de los servicios territoriales de Carreteras de la Generalitat en Lleida, José Luis Lacruz. En esta misiva, se queja de que el consistorio no fuera informado y pide “en la medida de lo posible, replantar la zona para volver a hacerla acogedora ambiental y paisajísticamente” para “volver a embellecer la entrada a nuestro municipio”.Los árboles habían sido durante décadas un lugar donde citarse, en el que buscar sombra durante un paseo y la referencia de hasta dónde las familias permitían a los niños y niñas pequeños alejarse solos del pueblo. Algunos estaban deteriorados y, a medio kilómetro de allí, la caída de ramas de otros árboles sobre la carretera había obligado a intervenir a los Bomberos para retirarlas en dos ocasiones.

Sin embargo, el consistorio considera desproporcionado suprimir todos los árboles de la zona para evitar nuevos incidentes.Además de indignación, la tala ha despertado suspicacia entre vecinos de La Granja. Los árboles estaban en terrenos próximos al trazado de la línea de muy alta tensión de 400 kV que el grupo Forestalia proyecta para llevar a Barcelona energía procedente de centrales solares y eólicas de Aragón. A pesar de que el proyecto está aún lejos de estar aprobado, el ayuntamiento ha pedido a Carreteras de la Generalitat “la certeza de que su actuación no tiene nada que ver con la línea que Forestalia proyecta en nuestro término” y contra la cual han alegado.