Batida en el Estany d'Ivars contra el jabalí para evitar que deprede aves

Los jabalíes se comen huevos y polluelos de varias especies de faisanes y patos de l’Estany d’Ivars i Vila-sana. No solo depredan huevos sino que dañan los nidos de las especies que anidan en el entorno y en los humedales (la mayoría de las que habitan en el Eestany) y de las acuáticas, aunque también se alimentan de aves más adultas. Muchas de ellas son especies protegidas, que nidifican en el suelo, y aquellas que hacen la puesta de los huevos a principios de año.

El aumento de jabalíes en la zona no cesa año tras año, y ahora, el Consorci de l’Estany d’Ivars i Vila-sana (gestor del espacio) ha solicitado a los Agentes Rurales una batida “especial” para intentar reducir el número de jabalíes que hay actualmente en el lago y en el entorno, que también causan daños en las fincas agrícolas. Hoy está prevista una batida durante la mañana para intentar reducir la decena de jabalíes que los Agentes Rurales han localizado con drones en este espacio protegido. Para ello, se cerrarán los accesos desde primera hora de la mañana hasta el mediodía y se llevará a cabo un actuación que contará con la colaboración de entidades de cazadores de los municipios de Ivars d’Urgell y Vila-sana (una decena de cazadores), Rurales y técnicos del Consorci de l’Estany.

En esta ocasión, los Agentes Rurales también utilizarán una barca para actuar desde el agua en caso de ser necesario y evitar que los jabalíes se escapen por el agua. El jefe de los Rurales en Lleida, Llorenç Ricou, apuntó que el objetivo es llevar a cabo una batida “efectiva y segura” antes de que empiece la temporada de siembra del maíz. “Los jabalíes arrasan con todo: huevos, pequeñas crías e incluso aves acuáticas”, dijo.

El año pasado se capturaron en este espacio más de 1.100 conejos

Además de los jabalíes, los conejos también causan un daño en este espacio protegido del Pla y en las zonas agrícolas del entorno y son varias las cacerías que se llevan a cabo para reducir la sobrepoblación de esta especie. Solo el año pasado se capturaron más de 1.100 ejemplares en el Estany, según los rurales. “Es importante reducir y contener su proliferación aunque en el caso de los conejos es mucho más difícil y los daños se centran en maizales y campos frutales de la zona”, explicó Ricou.