Condenado a 5 años de prisión por abusar de la nieta de 13 años en Golmés
El hombre alegó problemas psicológicos pero la Audiencia de Lleida concluye que no hay ningún informe que lo certifique
El acusado de abusar de su nieta en Golmés durante el juicio en la Audiencia de Lleida.
La Audiencia de Lleida ha condenado a 5 años de prisión al hombre acusado de hacer tocamientos a la nieta, en agosto de 2018, en Golmés (Pla d'Urgell), cuando la niña tenía 13 años. Aunque la defensa alegó que el hombre sufría problemas psicológicos, la Audiencia de Lleida concluye que no se ha aportado ningún informe médico que así lo certifique. La Sala también ha impuesto al acusado 5 años de libertad vigilada cuando salga de la prisión y le prohíbe comunicarse o acercarse a la joven durante 6 años. Además, lo inhabilita para cualquier profesión que implique la relación con menores durante 8 años y tendrá que indemnizar a la nieta con 5.000 euros por daños morales por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años.
La chica, que ahora tiene 16 años, declaró en el juicio en la Audiencia de Lleida que pasó una semana, el verano de 2018, con su hermano en casa del abuelo y que cuando el hombre se quedaba a solas con ella aprovechaba para hacerle tocamientos y que una noche, incluso, le practicó sexo oral aunque ella no quería. El hombre empezó la declaración diciendo que no recordaba nada y finalmente negó haber abusado de la nieta.
La madre de la niña explicó en el juicio que en 2019 veía que la niña estaba "rara", que se mostraba distante con el abuelo, lo evitaba y que se negaba a pasar días con él, como antes había hecho. "Después de mucho presionarla para que me explicara qué pasaba, me dijo que mi padre había abusado de ella", dijo. "Le expliqué a mi madre porque yo seguía viendo a mi abuelo y no lo quería ver y mi madre se enfadaba porque no entendía porque no quería ni hablar con él", dijo la chica.
Tanto la psicóloga que la trató como la psicóloga del Equipo de Atención a la Víctima (EATAV) concluyeron que el relato de la menor es "creíble" y "compatible con situación vivida". Además, añadieron, la niña sufre "indefensión" porque el agresor es una persona con quien tiene "confianza" y cuando lo explica "se siente culpable porque ve a su madre muy afectada".
