L'Amistat muda su piel

La historia de la cultura y el ocio en la ciudad de Mollerussa está estrechamente ligada a uno de sus edificios más emblemáticos: L’Amistat. Ubicada en la céntrica calle Ferrer i Busquets, este equipamiento ha sido sede de todo tipo de actividades y ha visto nacer iniciativas como el Concurs de Vestits de Paper y asociaciones como la Agrupació Sardanista de Mollerussa. La fundación de L’Amistat data del 7 de mayo del 1905, en unos almacenes de alfalfa en la zona que ocupa el antiguo cine Urgell.

Uno de ellos acogía obras de teatro, y posteriormente sesiones de cine, mientras que otro desempeñaba las funciones de una cafetería. Los dos formaban parte de un mismo edificio que tomaría relevancia mientras Mollerussa crecía social y económicamente gracias a las aguas del Canal d’Urgell. En los años veinte, la entidad cuenta ya con unos 450 socios que deciden construir su propio teatro y dejar los almacenes de alquiler.

Compraron el Hort del Hostal, ante la carretera nacional, el espacio que L’Amistat ocupa hoy en día. El edificio disponía de biblioteca, salas de baile y una gran pista descubierta para bailes y sardanas en verano. En los años 70, el equipamiento sería objeto de una nueva reforma, de la mano de arquitecto Josep Culleré.

Medio siglo después su hija, Mercè Culleré, ha sido la encargada de llevar a cabo el anteproyecto para dar una nueva fachada a L’Amistat. Este año pasará a ser una fecha clave en la historia de este edificio. El proyecto para modernizarlo prevé envolver la fachada con una nueva “piel” de plancha perforada.

De día dejará entrever el edificio actual y de noche se iluminará con led. A esto se suman los trabajos que lleva a cabo la empresa adjudicataria del bar, la firma General Pasta SL. Llevará a cabo una inversión de unos 500.000 euros para dotarlo de una estética del siglo XX y funcionalidades del siglo XXI.

El alcalde, Marc Solsona, valoró que las obras “marcarán un punto de inflexión en el impulso de la actividad económica, cultural y social de la ciudad”.