ENERGÍA COGENERACIÓN
Plantas de purín y la piscifactoría de caviar de Lleida se paran por el alto precio del gas
Las interrupciones no llegan a detener del todo la actividad de estos complejos
Imagen de archivo de las instalaciones de Tracjusa en Juneda.
Plantas de tratamiento de purines del llano de Lleida y la piscifactoría que produce caviar en Aran paran sus motores por el alto precio del gas. Todas estas instalaciones lo consumen en grandes cantidades, unas para desecar deyecciones ganaderas y la otra para climatizar las piscinas donde cría esturiones. Con un precio del suministro casi diez veces superior al de finales de 2020, cada complejo ha limitado su actividad de una forma distinta a lo largo de los últimos meses, aunque sin llegar a detenerla del todo.
Las plantas de purines, la piscifactoría y otras industrias de Lleida aprovechan el calor que producen con la quema de gas para generar electricidad mediante motores de cogeneración. Esta energía se vende a un precio primado, superior al del mercado, si bien no siempre compensa las subidas del gas.La piscifactoría de Les tiene parados desde hace un mes sus motores de cogeneración, a la espera de firmar un nuevo contrato del suministro de gas en primavera. Así lo explicaron fuentes próximas al complejo, que puntualizaron que esto no ha detenido la cría de esturiones y que la empresa no ha sometido por ahora a ningún ERE ni ERTE a su plantilla.La cooperativa GAP, propietaria de la planta de purines de Tracjusa tiene parado desde el jueves este complejo en Juneda.
Lo decidió cuando el precio del gas llegó a 130 euros por MWh, frente a los 14 euros a finales de 2020. Ya tuvieron que parar por este motivo a finales de 2021 y en enero. Por su parte, la planta de Alcarràs ha parado de forma intermitente entre octubre y diciembre, si bien ha podido funcionar sin interrupciones desde enero.
Fuentes de la patronal del sector Adap corroboraron que “la mayor parte” de las plantas de secado de purines “están haciendo paradas puntuales en función de la relación entre el precio del gas que consumen y la electricidad que venden”. Fuentes del sector añadieron otros factores que influyen en la decisión de parar, como el precio a pagar por las emisiones de dióxido de carbono o por el uso de las líneas eléctricas.
