ESNOTICIA
Ucranianos de Guissona marchan al frente para luchar contra la invasión
Lleida se prepara para la llegada masiva de refugiados que huyen de la guerra
La preocupación de la comunidad ucraniana de Guissona por la situación de sus compatriotas ha llevado a varios vecinos de esta localidad a viajar de forma voluntaria a su país para alistarse junto a los soldados en contra de la invasión rusa. Lo hacen, en este caso, bajo el anonimato para evitar conflictos mayores y dejan atrás a familia y amigos (1 de cada 7 vecinos de Guissona es de Ucrania) para ir al frente. Hay tantos voluntarios, explica Mikola, responsable del Locutorio donde se ha organizado una recogida de material para enviar a la zona de conflicto, que no ha habido ni que llamar a filas a los jóvenes.
No hay prácticamente municipio de Lleida que no se lance a mostrar su solidaridad con los damnificados. Especialmente Guissona, pero también Lleida ciudad y una larga lista de localidades solidarias. En Guissona, unas 200 personas acudieron a una reunión convocada anoche por el ayuntamiento para organizar la recepción de las ayudas.
Allí se evidenció que Lleida se prepara para la llegada masiva de refugiados de Ucrania. Ayer contactaron con el alcalde de Guissona, Jaume Ars, los alcaldes de Lleida ciudad, Miquel Pueyo, y los de Cervera, Tàrrega y Sant Guim de Freixenet. Ars explicó que desde su web el ayuntamiento informará de los productos que se pueden enviar y cómo hacer donaciones.
Explicó que el médico de Guissona, Josep Santacreu, responsables de Open Arms, Cáritas y la Fundación Solidaire ultiman con el Gobierno fletar desde Barcelona un avión con ayudas a Polonia. El ayuntamiento ha habilitado un espacio en el antiguo parque de bomberos para almacenar el material de las donaciones. Càritas y bonÀrea se han ofrecido a buscar ayudas económicas y trabajo para los acogidos.
También se ofrecerá ayuda psicológica y clases de catalán. El consistorio se ocupará de tramitar el empadronamiento de los recién llegados y se buscarán formas para conseguir los visados pidiendo a la policía nacional que se traslade a las poblaciones o que se pueda hacer online.
Más de 500.000 afectados escapan a países vecinos
Miles de ucranianos siguen huyendo hacia países vecinos del sur y el oeste, con Polonia como el principal receptor de los más de 500.000 refugiados que la ONU ha contabilizado desde el inicio de la invasión rusa el pasado jueves. La mayoría son extranjeros, mujeres y niños, debido a la decisión del presidente Zelenski de retener a los hombres para la resistencia. Más de la mitad han llegado a Polonia. Llegan en trenes desde Kiev, fletados por el Gobierno polaco y abarrotados.
En todo el país se multiplican los centros de atención a refugiados, tanto de autoridades locales como de particulares, en una ola de solidaridad. La red de ferrocarriles polaca transportará gratis a los refugiados, mientras la compañía de trenes alemana Deutsche Bahn permite desde el domingo seguir desde allí a cualquier destino del país. A Alemania han llegado 18.000 refugiados.
Se estima que 85.000 personas han entrado en Hungría, 23.500 han huido a Rumanía, más de 10.000 han cruzado las fronteras de Eslovaquia y 70.000 han entrado en Moldavia.El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, denunció que funcionarios ucranianos y polacos impidan a inmigrantes africanos acceder a los trenes para huir ante el avance de las tropas rusas, una actitud que calificó de racista. Condenó casos “lamentables” en los que las fuerzas de seguridad ucranianas impidieron a nigerianos subir a autobuses y trenes a Polonia.
“Estamos angustiados por la gente, allí cada caso es un drama”
Jordi Escura ha acompañado a Lluís Cortés en el regreso desde Kiev, donde se encontraban el dia 24, cuando empezó la invasión rusa. El domingo aterrizaron en El Prat donde se reencontraron con su compañero en el staff técnico de la selección femenina de fútbol de Ucrania, el también leridano Jaume Joan Rius. “Estamos bien, pero muy angustiados por la gente de allí. Hablamos cada día con las jugadoras y compañeros del staff, y cada caso es un drama, dentro de ese gran drama.
Misiles al lado de sus casas, padres llamados a filas, familias separadas y que no pueden contactar.. Es lamentable que esto pase. Es un fallo como sociedad”, explica. “Al principio nos decían que nos quedáramos en Kiev y con Lluís pensamos que ni hablar, que intentaríamos salir. Fue la decisión correcta”. Jordi oyó explosiones sordas esa mañana “pero no pensé que pudieran ser bombas, hasta que me llamó mi hermana”. Lluís y él quieren aprovechar la notoriedad que han tenido para promocionar en su Twitter acciones solidarias.