SUCESOS INVESTIGACIÓN
Los Mossos detienen a una pareja de Artesa de Segre por la muerte de su bebé de 3 meses
Murió el lunes e inicialmente se pensó en un fallecimiento súbito || Los padres dijeron que lo hallaron sin vida al ir a darle el biberón, pero se sospecha que puede ser un caso de 'síndrome del zarandeo'
Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer por la tarde a una pareja de Artesa de Segre acusada de causar la muerte de su bebé de apenas tres meses de vida. El pequeño falleció a primera hora de la mañana del lunes en su domicilio e inicialmente se pensó que se trataba de una muerte súbita del lactante, pero los primeros resultados de la autopsia apuntan a una muerte criminal, ya que la víctima presentaba al parecer síntomas del llamado ‘síndrome del zarandeo’. La División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial de Ponent se ha hecho cargo de la investigación y ayer por la tarde procedieron al arresto del padre, de 32 años, y la madre, de 20.
Son originarios de Brasil y llevaban poco tiempo en Artesa. Los hechos ocurrieron antes de las siete de la mañana del lunes, cuando el Sistema d’Emergències Mèdiques acudió a un domicilio de la plaza del Ajuntament para asistir a un bebé de tres meses que estaba en parada cardio-respiratoria. A pesar de los esfuerzos de los sanitarios por reanimarlo, no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
El pequeño fue trasladado al Institut de Medicina Legal i Forense en Lleida para practicarle la autopsia e inicialmente se pensó que se trataba de una ‘muerte súbita del lactante’, que es como se conoce el deceso abrupto e impredecible de un bebé sin que se le encuentre explicación alguna.
Una mujer aceptó cuatro años de prisión por causar la muerte de su hijo de apenas un mes en Tàrrega
Los Mossos d’Esquadra abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte y, ante los indicios de una muerte criminal, ayer por la tarde detuvieron al padre y la madre del bebé por su presunta relación. La policía catalana también ha puesto el caso en manos del juzgado de guardia de Balaguer. Al parecer, los progenitores afirmaron en un primer momento que encontraron que el bebé no respiraba cuando le iban a dar el biberón, según ha podido saber este periódico.
Sin embargo, los primeros resultados de la autopsia apuntaron a una muerte criminal y no natural. Al parecer, el bebé podría haber fallecido por el llamado ‘síndrome del bebé sacudido’ o ‘del zarandeo’.
Dos casos parecidos en Tàrrega y Lleida acabaron con sendas condenas
En los últimos años se han registrado dos casos similares en las comarcas de Lleida. Concretamente, en Tàrrega y la capital del Segrià. El pasado mes de julio, una joven de Tàrrega aceptó una condena de cuatro años de prisión por causar la muerte de su bebé de un mes, que falleció el 18 de noviembre 2020 en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Fue condenada como autora de un delito de homicidio por imprudencia grave, en el que incurrió por matar al pequeño al zarandearlo porque no paraba de llorar.
La mujer, de 19 años, ingresó voluntariamente en prisión a finales de junio tras el acuerdo que alcanzaron la Fiscalía y la defensa. Se consideró probado que la condenada, “entre las 9.00 y las 10.00 horas del 5 de noviembre de 2020, se quedó sola al cuidado del bebé. Como quiera que este no paraba de llorar, la acusada, con absoluto desprecio de las más esenciales reglas de cuidado y diligencia, pero sin querer el desenlace que finalmente aconteció, aunque este era previsible, agarró al bebé y lo zarandeó enérgicamente, provocando que se golpeara la cabeza con una superficie lisa”.
Por otro lado, el pasado mes de octubre la Audiencia de Lleida condenó a 9 años de prisión a un vecino de la capital del Segrià que maltrató a su bebé de solo 10 días en agosto de 2019, provocándole graves secuelas. El tribunal le impuso la pena máxima solicitada por la dirección general de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), que tiene la tutela del menor, por un delito de lesiones graves al considerar que el padre zarandeó al bebé a pesar de saber que había “un alto riesgo” de causarle lesiones graves. Además, se le impuso una orden de alejamiento durante 10 años, y debe indemnizar al menor con 600.000 euros por las secuelas que padece.