Un proyecto pionero para combinar energía solar y cultivos choca con rechazo en el Urgell

Un proyecto pionero en Lleida que combina producción de energía limpia, agricultura y apicultura ha chocado con rechazo en el Urgell. Se trata de una central agrosolar, una instalación de paneles fotovoltaicos en hileras separadas entre sí para permitir cultivos entre ellas e incluso debajo de ellas. Una empresa de Cervera, Escala Solar, la promueve en el municipio de Ossó de Sió, donde el ayuntamiento y vecinos se oponen a que se construya en terrenos cercanos al pueblo de Bellver d’Ossó.

El proyecto prevé una planta de 7,2 hectáreas de superficie y una potencia de 4,75 megavatios (MW). Su promotor plantea cultivar cereales e instalar 35 colmenas entre los paneles solares. Debajo de ellos se podrán cultivar plantas aptas para que las abejas las empleen para producir miel.

La empresa señaló que se limitará a generar energía solar y explicó que ha planteado al consistorio que vecinos exploten las colmenas y los terrenos cultivables. “No tenemos intención de explotar la parte agraria, es un beneficio social y ambiental del proyecto”, explicó Gerard Espinagosa, director general de Escala Solar. El promotor ofrece también otros “servicios a la comunidad”, como la cesión de energía a espacios públicos del municipio, un punto de carga de vehículos eléctricos y organizar visitas guiadas a la planta.El promotor y los contrarios a la planta discrepan sobre la distancia respecto a Bellver d’Ossó.

El alcalde, Antoni Gilabert, afirmó que está prevista “a unos cien metros” del pueblo y puntualizó que no se opone a las renovables, sino al “impacto paisajístico y visual que ocasionaría” el proyecto. Asimismo, una campaña vecinal para presentar alegaciones sitúa los paneles solares “a solo 70 metros del casco urbano de Bellver hasta llegar a Montroig, en el municipio vecuno de Els Plans de Sió” y considera que “tendrá graves afectaciones paisajísticas a nuestro entorno cotidiano”.La empresa, por su parte, dijo que el proyecto inicial preveía paneles solares a 70 metros del pueblo, pero los alejaron a petición del ayuntamiento y ahora están previstos a unos 200 metros. La firma eligió los terrenos por su proximidad a una subestación eléctrica, algo que reduce el coste de la línea eléctrica para evacuar la energía que generarán los paneles solares.

Sin embargo, desplazar el proyecto más lejos del pueblo y más cerca de la subestación no es posible. Según el director general, “si la movemos un solo metro en esa dirección invadimos una zona de especial protección de aves (zepa), donde Urbanismo ya nos ha dicho que no la autorizará”.