Impulsan una planta en Alcarràs para generar gas a partir de purín y cadáveres de animales

Un proyecto pionero para obtener gas a partir de purines y cadáveres de animales procedentes de granjas ha dado sus primeros pasos en Alcarràs. Lo promueve Agrolérida, una empresa propiedad de los accionistas del grupo Vall Companys, y surge como consecuencia de los proyectos para instalar grandes centrales solares en terrenos de esta sociedad, unas 800 hectáreas en las que no se podrán aplicar deyecciones como fertilizante una vez estén ocupadas por paneles fotovoltaicos. La capacidad prevista de la planta es de 100.000 metros cúbicos de purines al año.

Podrá dar cabida a las 44.400 granjas vinculadas a la empresa que vierten ahora en los terrenos donde se desplegarán grandes extensiones de paneles solares, pero también será capaz de recibir los excedentes de deyecciones de otras explotaciones de Alcarràs y sus alrededores. Esto se plantea en un momento en que aumentan las restricciones a aplicar purines en campos y crece la demanda de instalaciones para tratarlos.Junto a los purines, está previsto que el complejo reciba hasta 10.000 toneladas al año de estiércol y otras tantas de residuos animales. Esto incluye desechos de mataderos que se someterán a un proceso de pasteurización y también cadáveres de animales.

Estos últimos pasarán por un tratamiento de hidrólisis en las granjas y viajarán en contenedores estancos hasta la planta de tratamiento para evitar cualquier riesgo sanitario. El gas metano que liberan las deyecciones y los residuos animales se someterán a un proceso de filtrado para depurarlo e incrementar su poder calorífico, hasta lograr algo inédito hasta ahora: producir un gas que pueda inyectarse de forma directa en la red gasística. Está previsto generar 2,3 millones de metros cúbicos de biogás depurado al año, el equivalente al consumo de 4.669 viviendas.

Complejos de tratamiento de purines en servicio como el de Almenar obtienen biogás de deyeccciones y otros residuos, pero este no reúne las condiciones para verterlo en un gasoducto. Esta y otras plantas de menor tamaño suelen emplearlo como combustible en sus propias instalaciones para generar electricidad.Además de obtener gas, la planta deberá producir fertilizantes. Por un lado, un compost de procedente de los desechos orgánicos; por otro, abonos minerales en forma de sulfato de amonio, nitrato de amonio o lactato amónico.

La inversión necesaria para poner en marcha estas instalaciones está aún por determinar y está previsto que suponga la creación de 4 o 5 empleos directos.

800 ha ocupadas por paneles solares

Las empresas Ignis y Solaria han alquilado a Agrolérida las parcelas en Alcarràs donde proyectan grandes centrales solares. Son unas 800 hectáreas donde ahora granjas de la zona vierten unos 44.000 metros cúbicos de purín como fertilizante y que requerirán una alternativa para darle salida.

La carestía del gas paraliza plantas

La escalada en los precios del gas en los últimos meses, agravada por la guerra en Ucrania, ha obligado a parar de forma intermitente el tratamiento en plantas de secado de purines de Lleida, que emplean este combustible para reducir las deyeccciones ganaderas a menos del 5% de su volumen original.

Un proceso para refinar el biogás

Plantas de tratamiento de purín en Lleida emplean ya este y otros materiales orgánicos para producir biogás, que suele usarse como combustible para producir electricidad. El nuevo proyecto plantea refinarlo para poder inyectarlo en la red gasística, una tecnología que se probó con éxito en Vila-sana.

Más demanda para tratar deyecciones

Las crecientes restricciones a la aplicación de purines en campos y la disponibilidad cada vez menor de fincas para ello espolea la demanda de tratamientos para dar salida al excedente de las granjas. La nueva planta tiene capacidad para tratar purines de granjas no vinculadas a la empresa.