Alguaire estrena la base para probar drones para pasajeros y usos forestales y agrícolas

El aeropuerto de Lleida-Alguaire ha estrenado su base para drones en la que las empresas interesadas pueden experimentar y certificar sus aparatos destinados a la movilidad no tripulada. Desde finales del pasado año ya opera la empresa Corus Xuam, dedicada a la movilidad urbana con drones, y está a la espera de que lo haga la firma china EHang con la que la Generalitat firmó un convenio de colaboración el pasado año. Desde esta base de Alguaire, denominada vertipuerto, ya que está dedicada únicamente a vuelos verticales, los interesados en tripular estos aparatos pueden llevar a cabo las comprobaciones necesarias para conseguir la autorización de la Agencia Española de Seguridad aérea (AESA) y hacerlos volar en el lugar que elijan como sede, bien en grandes ciudades dedicados al transporte de viajeros o aerotaxis, de mercancías, en el Pirineo para la gestión forestal o en rescates de personas accidentadas, o como un instrumento para la dirección de explotaciones agrarias.

Según el director del aeropuerto, Antoni Serra, la base para drones está preparada y cuenta con el permiso de AESA para utilizar el espacio aéreo de las instalaciones ya que está en una zona exclusivamente delimitada y señalizada totalmente separada de la zona comercial, industrial y de aprendizaje. Por lo que respecta a la zona industrial, Serra explicó que se está trabajando en la reparación y desmantelamiento de 13 aviones. En concreto, se desmantelan dos jumbos con la intención de reutilizar el aluminio para enviarlo a empresas que lo gestionan como materia prima, por ejemplo, para hacer latas.

En cuanto a la formación, una veintena de jóvenes turcos efectúan estos días sus clases prácticas para convertirse en pilotos de aviación comercial de la Turkish Airlines. También hay alumnos lituanos, canadienses, portugueses y vietnamitas en la escuela pilotos.