SOLIDARIDAD CAMPAÑAS
Manzanas, turrones y caramelos de Lleida para los refugiados de Ucrania
Torrebesses ofrece casa a una familia exiliada
Jordi Solana, el vecino de Bellpuig que el pasado domingo partió hacia la frontera entre Polonia y Ucrania para transportar ayuda para los desplazados por la guerra llegó ayer al paso fronterizo de Médyka. Allí repartió ropa, comida y juguetes en una campaña dirigida en especial a los niños. “No tienen culpa de lo que está sucediendo”, dijo Solana.
Su carga incluía 300 kilos de manzanas de la cooperativa de Bellpuig, así como dulces cedidos por empresas de la comarca: había 30 cajas de turrón de Torrons Vivens de Agramunt y un palet lleno de golosinas de Caramels Pifarré de Bellpuig. Iveco Motortrans de Lleida cedió una furgoneta para este viaje. Ahora Solana estudia hacer oreo para traer refugiados ucranianos.
Por otra parte, la junta de la Associació de Micropobles de Catalunya se reunió ayer para conocer las posibilidades que ofrece cada pueblo para recoger exiliados y hacer un inventario de viviendas vacías o bien de familias que están dispuestas a acoger familias. En este sentido, el presidente de la entidad y alcalde de Torrebesses (Segrià), Mario Urrea, indicó que en su municipio población hay una casa vacía donde podrían instalarse desplazados por la guerra.En la actualidad, siguen llegando refugiados a varias poblaciones de Lleida y ya hay una decena de refugiados en la Val d’Aran que se alojan con familiares y amigos, según explicaron fuentes próximas. Por su parte, la Generalitat ha hecho un llamamiento para camnalizar la solidaridad con Ucrania a través de instituciones y entidades especializadas.Recalcó que el mecanismo más eficiente son las aportaciones económicas a las organizaciones que trabajan en la frontera.
Asimismo, desaconsejó las iniciativas particulares de transporte y de recogida de refugiados desde la frontera polaca hasta Catalunya, como ha sucedido ya en Lleida, al considerar que en estos momentos “hay habilitadas vías legales y seguras”.