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SUCESOS CAZA

Muere un cazador al dispararse por accidente su escopeta en una batida en Torregrossa

El fallecido es un vecino de 71 años de Cambrils que participaba en una cacería de conejos autorizada por daños en campos || El siniestro ocurrió ayer por la mañana entre esta localidad y Miralcamp

Mossos ayer en la zona de frutales de Torregrossa en la que falleció el cazador.

Mossos ayer en la zona de frutales de Torregrossa en la que falleció el cazador.J. GÓMEZ

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Un cazador jubilado de 71 años de Cambrils (Tarragona), murió ayer por la mañana en una zona de frutales entre Torregrossa y Miralcamp al dispararse accidentalmente su escopeta y alcanzarle el tiro en el pecho durante un batida de caza para combatir una plaga de conejos. Los Mossos d’Esquadra ha abierto una investigación para esclarecer este accidente de caza, que ocurrió alrededor las diez y media de la mañana en un coto de caza situado en la zona de La Serra, próximo a la carretera L-200 en dirección a Miralcamp y Les Borges Blanques. La víctima había acudido esa mañana a la zona junto con dos compañeros para cazar conejos.

Todos ellos disponían de las correspondientes licencias y autorizaciones, incluida la del coto, para desarrollar la actividad cinegética con el objetivo de reducir el número de conejos, que causan graves daños en árboles y cultivos. Según las primeras investigaciones, el suceso se produjo cuando uno de los cazadores disparó contra un conejo y acto seguido se le disparó accidentalmente el arma y le alcanzó. Todo parece indicar que la escopeta se habría enganchado a un árbol o que el arma se le habría escurrido de las manos, disparándose accidentalmente contra su pecho. Los tres cazadores eran experimentados, según fuentes cercanas al caso.

Un cazador fue condenado por matar un payés en una discusión en Tàrrega en 2014 Fuera del periodo hábil, se pueden cazar donde dañan cultivos con permisos especiales

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron patrullas de los Mossos d’Esquadra y ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que no pudieron salvar la vida al cazador. Posteriormente, la policía abrió una investigación para esclarecer lo sucedido, aunque todo apuntó a que se trata de un accidente y que el hombre había fallecido al disparársele sin querer con su escopeta. Interrogaron a los dos compañeros de la víctima, que explicaron que escucharon dos disparos, el que habría matado al conejo y el que impactó contra la víctima.

Al lugar también acudió una comitiva judicial que decretó el levantamiento del cadáver. El año pasado hubo dos accidentes de cazadores que se saldaron con heridos de carácter grave (ver desglose).

Dos precedentes el año pasado en Alpicat y La Vansa i Fórnols

El año pasado hubo dos accidentes de caza en las comarcas de Lleida aunque no hubo que lamentar víctimas mortales. El último de ellos también en una batida para combatir una plaga de conejos. Fue el 11 de julio en Alpicat, cuando un hombre resultó herido grave al dispararle accidentalmente un compañero en una finca frutícola. El cazador tropezó y se disparó accidentalmente su escopeta. El propietario de la finca, que se había avanzado unos metros, resultó herido en la parte baja de la espalda. Meses atrás, en febrero, un cazador de 30 años resultó herido grave al dispararle accidentalmente una compañera durante una batida de jabalíes en un bosque de La Vansa i Fórnols, en el Alt Urgell. En el 2020 hubo solo uno. Ocurrió en Arbeca cuando un chico hirió a su hermano de 17 años cazando conejos. Dos hombres murieron en febrero de 2016 y septiembre de 2015 tras dispararse accidentalmente su escopeta en la partida de Butsènit de Lleida y Bellver de Cerdanya, respectivamente. Por otro lado, un cazador fue condenado a cuatro años y medio por matar a un payés de Santa Maria de Montmagastrell (Tàrrega) en diciembre de 2014 tras una discusión.

Caza casi todo el año para frenar la proliferación de algunas especies

Jabalíes y conejos se cazan casi todo el año en Lleida para frenar la proliferación de estas especies, que ocasionan daños a la agricultura y accidentes en las carreteras. Los periodos hábiles para capturarlos se han ido ampliando a lo largo de los últimos años para tratar de reducir su número, mientras que la Generalitat otorga permisos para abatirlos fuera del plazo que dicta la orden anual de vedas allí donde dañan cultivos. Esto supone que se cazan durante prácticamente todo el año.En el caso de los conejos, la temporada de caza en las comarcas del llano de Lleida comenzó en septiembre de 2021 y se prolongará hasta el próximo mes abril.

Es un mes larga que la anterior, pero probablemente será más corta que la próxima, ya que el departamento de Acción Climática plantea estrenarla a mediados de agosto. Este año han aumentado los daños que provoca esta especie, aunque el número de ejemplares ha disminuido. Esto se atribuye a la sequía, que lleva a estos animales a buscar alimento en las fincas agrícolas.

En cuanto a los jabalíes, su periodo de caza abarca ya nueve meses al año y excluye solo los de verano, aunque se pueden cazar también con permisos especiales de la Generalitat.

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