Refugiados de Balaguer ya apuestan por una nueva vida en Catalunya

La familia formada por una madre embarazada de 7 meses y sus cuatro hijos que el pasado miércoles recaló en Balaguer tras tres días de viaje desde la frontera polaca después de ser recogida por Núria Rocaspana y Jaume Mas no volverá a Ucrania. Según Rocaspana, Zorena, la madre, “quiere comenzar una nueva vida aquí”, en Catalunya. Por esta razón, los benefactores están en conversaciones con el consell de la Noguera y el ayuntamiento de Balaguer para buscarles una vivienda y empadronarlos lo que facilitaría que los niños puedan ir a la escuela “ya que ya tienen ganas”, asegura Rocaspana.

La familia no desea volver a su país cuando finalice la guerra y espera que el padre, que quedó retenido en la frontera, pueda reunirse con ellos. Por su parte, el ayuntamiento de Tàrrega trabaja para que a finales de esta semana refugiados ucranianos puedan empezar la escuela en la ciudad, según la alcaldesa, Alba Pijuan. Desde que estalló el conflicto bélico, el pasado 24 de febrero, hasta 68 personas procedentes de Ucrania se han empadronado en la capital del Urgell.

De éstos, 31 son menores y 23 tienen edad de escolarización. Por otra parte, ya ha llegado a la frontera con Ucrania la ayuda humanitaria que salió de Lleida el viernes que fue aportada por municipios de la provincia y que estuvo gestionada por Lleida pels Refugiats. La ayuda solidaria se suma a la de muchos vecinos como Jordi Solana, de Bellpuig, que entregó manzanas y 30 cajas de turrón de Torrons Virginias de Agramunt.

Por su parte, el Govern reforzará con cuarenta profesionales adicionales la red de agentes de acogida para mejorar el apoyo a los ayuntamientos que estos días se ofrecen a recoger familias como es el caso de Aspa o Arbeca.

Guissona ofrece ordenadores, alimentos y clases de catalán

La Fundación Labdoo ha ofrecido 50 ordenadores entre torres y portátiles a los refugiados de Guissona. Por su parte el supermercado Dia de esta población ha donado 5 palets de alimentos, 2.000 kilos, a la comunidad eslava. Guissona sigue aumentando el número de refugiados que asciende a 182. Además, presentó ayer las actividades de ocio para los refugiados adultos con propuestas del Centre Excursionista Guissonenc y la Colla Castellera els Margeners. Por su parte el CAP instalará en el local de la Caserna un espacio de atención psicológica y el consistorio y el centro Thames School llevarán a cabo clases de catalán.El alcalde, Jaume Ars, visitó el martes la escuela de Biosca, donde hay alojadas 7 persones desde el pasado sábado tras llegar en avión desde Varsovia.