Condenados a 15,5 años y 8,5 años de prisión los dos acusados del crimen de Artesa de Segre
La Audiencia de Lleida ha condenado este mediodía en una vista por conformidad a los dos jóvenes acusados del asesinato del vecino de Artesa de Segre Josep Maria Solans, de 60 años, a las penas de 15 años y medio y 8 años y medio de prisión respectivamente. El pacto entre las partes es firme, ya que no habrá recurso, y evita la celebración de la formación del jurado popular, que estaba prevista para mañana, y la celebración del juicio, que iba a empezar el próximo lunes 28 de marzo.
Los dos acusados de asesinato, que se encuentran en prisión preventiva desde que fueron detenidos a finales de 2018, han reconocido los hechos en la vista de hoy. El joven, al que se le ha aplicado las atenuantes de drogadicción y confesión, ha aceptado una condena de 15 años y medio de prisión, de los que 10 años son por un delito de asesinato; dos años y medio por un delito de detención ilegal; seis meses de cárcel por un delito de hurto en concurso con un delito de estafa, y otros 2 años y medio de cárcel por un delito de incendio. Por su parte, la chica ha aceptado una condena de 8 años y medio de prisión, de los que 5 son un por un delito de cómplice de asesinato; otros dos años y medio de prisión por detención ilegal; seis meses de prisión por un delito de hurto en concurso con otro de estafa, y seis meses por falsificación documental, además de una multa. Ambos deberán indemnizar de forma conjunta con 90.000 euros a la hermana de la víctima y pagar 2.900 euros que gastaron de forma fraudulenta con las tarjetas de la víctima.
Otros tres acusados aceptaron penas más bajas. El primero de ellos ha sido condenado a 2 años por los delitos de incendio en grado de tentativa y otro por encubrimiento. Otro joven ha aceptado seis meses de cárcel por encubrimiento, y el quinto acusado, ha aceptado un año de prisión por encubrimiento.
La Fiscalía solicitaba sendas penas de 47 años de prisión para los dos principales acusados del asesinato a finales de 2018 de Josep Maria Solans, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en su vivienda desnudo, maniatado y con varios calcetines en la boca, lo que provocó que muriera asfixiado. Según el escrito de acusación del Ministerio Público, el joven había entablado una relación de amistad con Solans y urdió un plan, junto a su pareja, para aprovecharse económicamente de él. La fiscal señala que el 9 de noviembre de 2018 retuvieron a la víctima en contra de su voluntad en su piso y empezaron a usar la tarjeta de crédito de Solans para hacer retiradas de efectivo, así como cambiar de nombre el vehículo de la víctima, que vendieron a la madre de otro acusado. También intentaron contratar créditos a nombre de la víctima, sin conseguirlo. En total, se apoderaron de casi 3.000 euros, además de 2.500 euros por la venta del coche. Según la Fiscalía, los acusados decidieron asesinar a la víctima y planearon su muerte simulando un suicidio. Entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, los acusados, según la acusación, fueron a la vivienda de la víctima, le ataron las manos con bridas y le pusieron varios calcetines en la boca, lo que provocó que muriera por asfixia. Después intentaron quemar el piso e hicieron pintadas en el parking del edificio para simular un acto suicida y recriminatorio contra la hermana y el cuñado de la víctima. La Fiscalía también acusaba a otras tres personas por encubrir los hechos.