SOLIDARIDAD CON UCRANIA
La refugiada de Ucrania que murió en Tàrrega fue víctima de síndrome de clase turista
Provoca coágulos de sangre en las piernas tras largos periodos de inmovilidad y se asocia a viajes || La investigación determina que esta fue la causa de la muerte
La refugiada ucraniana de 64 años que falleció la madrugada del miércoles en una gasolinera de Tàrrega (ver SEGRE de ayer) fue víctima del llamado síndrome de clase turista: un problema vascular que puede darse tras un largo periodo de inmovilidad y que provoca la aparición de coágulos de sangre en las piernas. Así lo corroboraron fuentes próximas a la investigación, que ha determinado que esta fue la causa de la muerte de M. V. Se desplomó en el suelo de la estación de servicio tras salir de la furgoneta en la que viajaba con su nieta y otras cinco personas: un hombre adulto que conducía el vehículo y cuatro menores que estaban a su cargo.
El síndrome que causó la muerte a M.V. debe su nombre a que suele darse durante largos viajes sin posibilidad de moverse. La mujer fallecida, originaria de Kiev, había recorrido una larga distancia. Había logrado escapar de la guerra en su país y se dirigía en furgoneta a Madrid. Una empleada de la gasolinera en Tàrrega dio la alarma al encontrarla en el suelo y al lugar se desplazaron dos ambulancias y tres patrullas de los Mossos d’Esquadra. Intentaron reanimarla sin éxito con ayuda de un desfibrilador. Los agentes de la Policía Autonómica llevaron a la nieta de la fallecida a la comisaría para iniciar las gestiones con el servicio de protección de menores.
Más de 400 refugiados ucranianos han obtenido la documentación que les permitirá acceder al permiso de residencia y trabajo, tras haber formalizado en Lleida la solicitud de protección temporal de la UE. La subdelegación del Gobierno ha destinado a doce personas a esta tarea.
Los acogidos a esta protección pueden residir en el país, trabajar por cuenta propia o ajena, escolarizar a sus hijos menores de edad y recibir prestaciones sociales durante un periodo de entre uno y dos años. La UE abre la puerta a prolongarlo un tercer año en función de cómo evoluciona la guerra en Ucrania.En el conjunto de Catalunya hay 10.955 personas refugiadas, de las cuales alrededor del 30% son menores de edad. De estos, un total de 1.060 están matriculados ya en escuelas, según datos de la Generalitat.
Mientras los desplazados por la guerra siguen llegando, las administraciones ponen en marcha iniciativas para facilitar su acogida y proliferan las campañas y muestras de solidaridad por parte de entes públicos, empresas privadas, asociaciones y ciudadanos a título particular.
Un segundo camión de Guissona llegó ayer a Ucrania con víveres
Un segundo camión de ayuda humanitaria con 16,5 toneladas de víveres llegó ayer jueves a la ciudad ucraniana de Lviv donde recientemente han empezado los bombardeos rusos y de donde proceden buena parte de los ucranianos de la Segarra y el Urgell. El material lo clasificó la comunidad ucraniana de Guissona y los transportistas de Tàrrega Matias Cartier y Razvan Redmic han ofrecido el camión.
Han contado con la colaboración de varias empresas.Por otra parte, las personas refugiadas en Guissona eran ayer 227 de los que 128 son adultos y 99 menores de 98 unidades familiares.