El familiar de un fallecido de la residencia de Tremp: “Los mayores murieron abandonados y deshidratados, fue un crimen”

“Los mayores estaban abandonados en la residencia. Casi todos se murieron de deshidratación. No les daban de comer ni de beber. Fue un crimen”. Así relata Evaristo Saura la situación vivida en la residencia Fiella de Tremp en noviembre de 2020, donde un brote de la Covid-19 acabó en tan solo un mes con la vida de 64 de los 142 usuarios de este centro.

Su padre, un hombre de 92 años, había ingresado poco antes temporalmente en el centro mientras se recuperaba de una operación de rotura de fémur que requería rehabilitación.

De aquellos días, Saura destaca la falta de información por parte del centro. Tras dos semanas sin que le contestaran al teléfono, acudió al geriátrico sin saber que su padre estaba enfermo. “Me dieron el pésame por la muerte de mi padre y no entendía nada.

Antes de él habían muerto otros cuarenta residentes y no sabía nada. No nos comunicaron nada en ningún momento”, explica este vecino de El Pont de Suert, uno de los pocos familiares que entró en este centro geriátrico en pleno brote. “No tenían EPIs ni nada.

Me dieron una bata y yo llevaba mi mascarilla. Cuando entré en la residencia vi una película de miedo. Todo estaba a oscuras y me iba encontrando un difunto por aquí y una persona con Alzheimer por allá.

Entré en la habitación y mi padre estaba atado a la cama, desnudo y tapado con cuatro mantas. Y una cara de sufrimiento...Tenía los puños crispados, arañados de estar atado”, explica Saura, que denuncia que “en el certificado de defunción pusieron que habían muerto de Covid, pero murieron de abandono”.

Solo denuncian 7 familias, todas de fuera de Tremp

Solo siete familias de los 64 usuarios que fallecieron en esta residencia de la capital del Pallars Jussà a finales de 2020 por Covid han denunciado el caso.

Todas ellas viven fuera de Tremp porque, según Evaristo Saura, los vecinos del municipio tienen miedo de emprender acciones por la influencia del obispado en la comarca. Cabe recordar que, tras la denuncia de la Fiscalía, el juzgado de Instrucción 1 de Tremp ha imputado a la exdirectora del geriátrico, Remei Navarri, y a la exresponsable de Higiene Sanitaria, M.R.N.O., por homicidio imprudente, trato vejatorio a los usuarios y por las condiciones de trabajo de los empleados.

Una de las primeras personas en declarar como testigo será Divina Farreny, exgerente de Salud en Lleida y el Alt Pirineu. Hay dos causas abiertas, una por las muertes y supuesta vejación injusta a los usuarios y otra por los presuntos delitos contra la seguridad de los trabajadores.

Por esta última causa hay citados 49 trabajadores del centro en cinco sesiones diferentes a los que se ofrecerá la opción de emprender acciones que tendrán lugar los días 4, 5, 8, 19 y 26 de abril. En su escrito, el Ministerio Fiscal describe una residencia de los horrores en la que los internos pasaban hambre, sed y frío durante el brote. Afirman que, por ejemplo, decían que medicaban y tomaban la tensión a ancianos que llevaban varios días muertos.