GANADERÍA EXTENSIVA
Más de 70 ganaderos del Pirineo vigilan sus rebaños mediante animales con collares GPS
El uso de esta tecnología se consolida y crece años después de las primeras pruebas || Su límite es la falta de cobertura en la montaña y se plantean proyectos para mejorarla instalando antenas de radio
Más de setenta ganaderos del Pirineo leridano vigilan sus rebaños mediante collares GPS en algunos de sus animales. El uso de esta tecnología se consolida y crece años después de las primeras pruebas. Sin embargo, se ve limitado por la falta de cobertura para móviles en gran parte de las montañas, lo que impide que los pastores puedan obtener las localizaciones que emiten estos dispositivos.
Ante esta situación, empiezan a ponerse en marcha diferentes proyectos para garantizar la recepción de los datos mediante redes de antenas de radio. En la Val d’Aran, al menos una veintena de ganaderos emplean esta tecnología. Se usa sobre todo con caballos y, en menor medida, con vacas.
Así lo explicó el responsable del área de Territorio del Conselh Generau, Francesc Bruna, quien apuntó que, desde el año pasado, han facilitado la instalación de estos dispositivos en rebaños de ovejas. Puntualizó que su uso es prácticamente nulo en rebaños de ovejas, dado que en Aran los rebaños se agrupan en verano para protegerlos de ataques del oso. La administración aranesa ha encargado un estudio sobre las áreas sin cobertura de telefonía móvil en el valle, como primer paso para desplegar una red de repetidores para recabar las localizaciones del ganado.Asimismo, 13 ganaderos de bovino, ovino y equino de la Vall de Cardós, Vall Ferrera y Vall d’Àneu han participado en una prueba piloto con la que se han desplegado 210 collares GPS y 9 antenas.
Es un proyecto de Unió de Pagesos, con la participación de la cooperativas Pirenaica y de Sort, el IRTA y la empresa Digit Animal. Con estos dispositivos “somos capaces de identificar dónde están los animales” y detectar “cambios de actividad relacionados con ataques de depredadores” como el oso, según explicó Antoni Dalmau, investigador del IRTA. Por su parte, la responsable de Medio Rural de Unió de Pagesos, Raquel Serrat, explicó que la opinión de los ganaderos sobre los collares “es muy buena y están de acuerdo en que dan tranquilidad”.
Al margen de estas dos experiencias, fuentes de la empresa Rumiant apuntaron que han distribuido collares GPS a aproximadamente 60 ganaderos del Pirineo, algunos de ellos también en la Val d’Aran i el Pallars Sobirà. Estas iniciativas para la vigilancia de rebaños proliferan mientras aumenta la presencia de grandes depredadores en las comarcas de montaña (ver desglose).
Osos y lobos en lugares donde se habían extinguido
La población de osos en el Pirineo leridano ha ido en aumento desde las primeras reintroducciones hace más de un cuarto de siglo, y el año pasado su censo superó por primera vez los setenta individuos.
Ejemplares de esta especie han aparecido en el último año en zonas donde su presencia era algo infrecuente e incluso inédito desde hacía décadas, como La Vall de Boí y La Vall Fosca. En esta última localidad, los agentes rurales investigan la denuncia de un ataque de lobo a una oveja. También han avistado e incluso fotografiado lobos en el último año en la Vall Ferrera, en La Vall de Boí y en la Val d’Aran.
Es la primera vez en prácticamente un siglo que se constata su presencia en estas zonas. Durante veinte años, se había limitado al Solsonès, el Berguedà, el Ripollès y, en menor medida, a la Cerdanya y el Alt Urgell. Se trata de machos expulsados de su manada procedentes de los Alpes italianos y llegados a Catalunya a través de Francia.
La ausencia de hembras hasta ahora ha impedido que formen una colonia.