SOLIDARIDAD CON UCRANIA
Salud dará atención a los menores refugiados si sufren daño psicológico
La aplica ya en Guissona y prevé implantarla en Lleida, Tàrrega y Cervera
El departamento de Salud ha empezado a brindar una discreta atención a los menores refugiados para detectar si sufren daños psicológicos como consecuencia de la guerra en Ucrania y su huida del país. Lo hace incorporando a personal cualificado para ello en talleres y actividades educativas y de ocio dirigidas a niños y niñas desplazados por la guerra.
La región sanitaria leridana ha empezado a aplicar este procedimiento en Guissona, que acoge a más de 200 personas huidas de la invasión rusa, y prevé implantarlo más adelante en la ciudad de Lleida, Tàrrega y Cervera en colaboración con los ayuntamientos.
La conselleria define esta estrategia como “abordaje emocional”. Se basa en aproximarse a los refugiados y establecer vínculos de confianza con ellos. Esto permite detectar posibles necesidades de apoyo emocional y ofrecerlo a quien lo precise. Para ello emplea a las personas en el ámbito de atención primaria designadas como referentes en bienestar emocional.
Tras recabar la opinión de la comunidad ucraniana y escuchar sus preocupaciones en esta materia, Salud se concentra en esta primera etapa del proyecto en los menores de edad. Fuentes del departamento señalaron que, hasta ahora, no se ha tratado ningún cuadro traumático grave entre los refugiados que se han instalado en la región sanitaria.
Por otra parte, el ayuntamiento de Solsona se sumó ayer a los llamamientos de numerosos municipios leridanos para encontrar vivendas disponibles para acoger a refugiados. Hasta ahora se han resuelto en Lleida 447 peticiones de desplazados por la guerra para acogerse a la protección temporal de la UE.
Una familia de Riner acoge a cinco ucranianos y los niños irán a clase
Riner ha recibido a su primera familia de refugiados ucranianos. Se trata de dos mujeres, Irina y Olena, y sus hijos, Jana, Sergey y Sofiya. Carles Serradell y Assumpció Sunyer los han acogido en su casa tras ponerse en contacto con la Fundació del Convent de Santa Clara.
El ayuntamiento ya ha empadronado a toda la familia y Sofiya irá a la escuela de Freixinet y Sergey, al instituto Francesc Ribalta de Solsona. Las tres mujeres adultas ya están inscritas en un curso de catalán y buscan empleo.