La Segarra no estará sola en la toma de agua potable del Segarra-Garrigues

La Segarra ya no tendrá que acometer en solitario el nuevo suministro de agua potable del Segarra-Garrigues. El ayuntamiento de Tàrrega ha vuelto a solicitar este abastecimiento de boca, descartado en 2018, mientras que se incorporarán cuatro localidades de la Anoia y la Conca de Barberà. De este modo, la histórica traída de agua planteada años atrás vuelve a tomar forma, cuatro años después de que se le diera carpetazo por la elevada inversión necesaria.

Tras quedar descartado e 2018 el proyecto para suministrar agua potable del Segarra-Garrigues a 48 municipios, la Segarra optó por llevar a cabo el proyecto en solitario. Para ello contrató un crédito de 2 millones de euros. Cuatro años después, Gestió d’Aigües de la Segarra (GAS), organismo que depende del ente comarcal, ha aprobado esta semana la incorporación de Pujalt, Montmaneu y Argençola, en la Anoia, y también de Vallfogona de Riucorb, en la Conca de Barberà.

Estas poblaciones solicitaron su ingreso hace más de un año. A estos se ha sumado esta misma semana la solicitud de Tàrrega de abastecerse desde la planta potabilizadora de Ratera. Se debatirá en la próxima junta del GAS, ya que según el consejero comarcal de aguas, Xavier Pintó, supondría redimensionar las conducciones: pasarían de 400 a 500 milímetros, si bien se mantendría la dotación máxima prevista de 500 metros cúbicos por hora.Por otra parte, el GAS adjudicó ayer la traída del agua hasta Ratera, presupuestada en un millón de euros, a una filial de Agbar, Ecoambiente.

La adjudicataria deberá tener la obra finalizada en diciembre para que pueda entrar en funcionamiento a principios de 2023. Quedará pendiente negociar con la Generalitat el precio del agua de boca

Las incorporaciones suponen retomar el proyecto histórico que se descartó hace 4 años

En otro orden, el consell dio ayer luz verde al convenio de colaboración con el ayuntamiento de Llobera, en el Solsonès, para que los vecinos de las masías del norte de Torà que limitan con la Segarra puedan utilizar los contenedores de residuos del Solsonès. Este acuerdo prevé que la Segarra pague el coste adicional que supondrá para el Solsonès.

Un domicilio en la Segarra paga 125 euros al año, mientras que el consell aportará 105 euros por vivienda, que es el coste del servicio en la comarca vecina. Según el presidente Francesc Lluch, esto es más barato que enviar los camiones de recogida a la decena de masías en la parte más alta del término de Llanera, agregado de Torà. En el pleno también se aprobó la renuncia al cargo del consejero del PSC, Raimond Fusté, que desde hace tiempo no asiste a las sesiones.

En su lugar entrará Antonio Delgado. Ambos son ediles de la Paeria de Cervera.