Acuerdo para cerrar el litigio que dejaba en el aire la gestión de los residuos del Segrià

La unión de empresas formada por Valoriza y la leridana Romero Polo ha accedido a renunciar a la gestión de la ampliación del vertedero de Montoliu, un año después de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya anulara la adjudicación de la obra (2017) y obligara a darla a la UTE formada por Fomento de Construcciones y Contratas y la leridana Arnó. La salida de Romero Polo implicará que una vez acabada la obra FCC-Arnó entrarán a gestionar el servicio y, en este caso, se comprometen a no reclamar indemnizaciones por el hecho de que la adjudicataria inicial haya acabado las obras durante este último año. La sentencia se recurrió tanto por la empresa perjudicada como por el Consorcio de Residuos del Segrià en casació ante el Tribunal Supremo, que todavía no se había pronunciado. Con este acuerdo, abanderado por el mismo consorcio de residuos, se da cumplimiento a la sentencia del TSJC y se cierra el litigio judicial.

Según el Consorcio, durante los últimos meses se ha estado trabajando a tres bandas para conseguir el acuerdo y evitar graves perjuicios tanto sociales como económicos, ya que la resolución judicial se pronunció cuando las obras estaban prácticamente acabadas. El Consorcio está integrado por el consejo comarcal, el ayuntamiento de Lleida y la Agencia de Residuos de Catalunya y lo preside el mismo presidente del Segrià, David Masot. La entidad afirma en un comunicado que el acuerdo ha implicado renuncias por todas las partes y la afectación sobre el proyecto será mínima.

La UTE de FCC y Arnó asumirá a partir de ahora la parte del contrato en lo referente a la gestión del equipamiento y tendrá que adaptar el proyecto con el cual se presentó al concurso (fallado en 2017 a favor de Valoriza y Romero Polo) porque era muy diferente del finalmente adjudicatario.

Por otra parte, el consorcio asegura que la afectación al personal operario será mínima porque se subrogará.