REPORTAJE INFRAESTRUCTURASLLEIDAL'ALBISOSESLES BORGES BLANQUES
El nuevo paisaje de la autopista
Los cuatro peajes de la AP-2 ya son historia. Después de que el 1 de septiembre se levantaran las barreras de la autopista, el Estado abordó las obras para derribar las casetas de los accesos de Lleida ciudad, L’Albi, Les Borges Blanques y Soses, que habían formado parte del paisaje del Segrià y Les Garrigues durante más de cuarenta años. Desde que expiró la concesión de la AP-2, el tráfico en esta vía se ha disparado, mientras que la N-240 (que transcurre casi paralela) ha perdido más de la mitad de los vehículos.
El fin de los peajes en la autopista ha supuesto un cambio en la movilidad. La alcaldesa de L’Albi, Anna Feliu, apuntó que ahora hay vecinos de este municipio que van a Lleida o a Les Borges Blanques por autopista, mientras que la primera edil de Soses, Sandra Marco, aseguró que la AP-2 les permite llegar a la capital de Les Garrigues en solo veinte minutos o a la playa en una hora. La liberalización de la autopista también puede suponer una oportunidad para que nuevas empresas se instalen en la demarcación.
La alcaldesa de Les Borges Blanques, Núria Palau, apuntó que trabajan para que se desarrolle el polígono de Vaca Roja.En la capital del Segrià, el peaje se derribó en noviembre y desde entonces los carriles están delimitados por conos. El subdelegado del Gobierno, José Crespín, explicó que las obras para ordenar el espacio donde se encontraban las casetas y construir la rotonda que mejorará la conexión con la C-12 empezarán el mes que viene. En L’Albi y Les Borges los trabajos ya están listos y en Soses aún siguen en curso.
Mientras, el ministerio de Transportes ya anunció que abrirá dos nuevos accesos: uno en Castelldans, que enlazará con la L-702, y otro entre Tarrés y Vimbodí, en el límite entre las demarcaciones de Lleida y Tarragona. También analizan el impacto ambiental de un posible acceso en Artesa de Lleida, ya que se habilitaría en la zona protegida de Mas de Melons.