Una gran vía verde recorre el Sió

Las comarcas del llano de Lleida eran tradicionalmente lugar de paso para los turistas. Esta discreción ha sido severa en la Ribera del Sió por estar alejada de las principales vías de comunicación. Además, es una zona económicamente estable por su agricultura, el comercio y la industria, lo que ha ayudado poco a su desarrollo turístico.

Sin embargo, en las últimas décadas, la despoblación ha llevado a repensar sus posibilidades turísticas. En 2009 surgió una primera iniciativa de éxito, la Ruta dels Castells de Sió, que derivó en iniciativas complementarias como la Marxa dels Castells de la Segarra. Ahora, 15 municipios, desde Sant Guim de Freixenet hasta Balaguer, han dado un paso más al diseñar una gran vía verde de 77 kilómetros desde la entrada a Lleida provincia por Barcelona hasta casi el límite con Aragón por la Noguera: la Ruta Cicloturística de la Vall de Sió.

La iniciativa pretende afincar a la gente en el territorio y generar un negocio turístico con hoteles, restaurantes o casas rurales. El itinerario tiene su atractivo en la riqueza de la arquitectura popular (pozos, balsas, enclusas de piedra, cabañas, torres de vigía, molinos o pletas) y también en un rosario de vegetación y de fauna autóctonas. También tiene la ventaja de ser casi virgen desde el punto de vista turístico.

Bernat Solé, delegado de la Generalitat en Lleida y exalcalde de Agramunt, destaca el sentido de pertenencia a la Ribera del Sió. “En Agramunt (capital de esta subcomarca) nos sentimos del Urgell, y somos parte de la Segarra y de la Noguera”. La ruta une dos estaciones de tren, lo que facilita el acceso a los visitantes.

Desde Sant Guim discurre hacia Estaràs y les Oluges, donde se encuentra la Vila Closa de Montfalcó Murallat, y des de allí va a Concabella, que tiene la sede de las fortificaciones medievales, la exposición permanente de las aves de secano y la sede del centro de estudio de la obra y la personalidad del escritor Manuel de Pedrolo. El itinerario por Els Plans de Sió permite descubrir también perlas como el románico de Sant Esteve de Pelagalls, la peixera de la Puda o les Pletes de Mont-roig. Y entramos en la comarca del Urgell por Ossó de Sió, donde en Castellnou hallamos en el centro de la localidad la base de una torre de época romana.

A tres kilómetros está Puigverd con su molino harinero en la entrada del municipio y los restos de su fortificación en la plaza de la iglesia. Junto a Puigverd, Agramunt es el centro neurálgico de la ruta. De hecho, en la actualidad es el tramo mejor recuperado y señalizado de la Ribera del Sió desde el Parc de Riella dedicado a Guillem Viladot y la zona lúdica del Passeig Mercè Ros que lleva hasta el Pont de Ferro, una de las grandes infraestructuras del Canal d’Urgell.

El recorrido entra en la comarca de la Noguera por Preixens donde comienza la zona natural de la Serra de Bell-munt i Almenara hasta Montgai, donde se ha recuperado un paseo por el entorno del Sió, y sigue por la Sentiu de Sió, donde están museizados restos de la Guerra Civil, hasta la monumental capital de la comarca, Balaguer, donde une sus aguas con el río Segre.