Empleados del geriátrico de Tremp se tenían que comprar las mascarillas

Trabajadores de la residencia Fiella de Tremp afirmaron ayer ante el juez de Instrucción 1 de la capital del Pallars Jussà que tuvieron que comprarse mascarillas por su cuenta y que una misma la llegaron a utilizar hasta quince días durante el brote de Covid-19 que hubo en noviembre de 2020, que acabó con la vida de 64 de los 142 usuarios, según informó la abogada Maria Nolla, de Prats Advocats, que ejerce la acusación popular. Ayer fue el turno de otros seis empleados o exempleados que declararon como testigos y que ofrecieron dos versiones distintas, según Nolla. Por un lado, los testigos que explicaron que no había ningún plan de contingencia, no había material, que no se sectorizó el centro, que no se les tomaba la temperatura y que estaban indistintamente en varias plantas del geriátrico, entre otras disfunciones, según aseguró Nolla.

Y por el otro, los empleados que dijeron que la dirección facilitó material y que había un plan de contingencia. El de ayer fue el tercer día de declaraciones de empleados que se suman a las nueve personas que lo hicieron el 8 de abril y a las siete del 19 de abril. Es decir, hasta la fecha han declarado 22 trabajadores de los 49 que han sido citados.

Cabe recordar que son testigos en la causa abierta por un delito contra los derechos de los trabajadores que se sigue contra la exdirectora del centro, Remei Navarri, y la exresponsable de Higiene Sanitaria, M.R.N.O, también imputadas por homicidio imprudente y vejaciones por la muerte de los usuarios. Los primeros en declarar fueron los mossos que hicieron la investigación y la entonces gerente de Salud en Lleida, Divina Farreny, que corroboraron que “hubo un descontrol total”.