MOVILIDAD CARRETERAS
El Estado proyecta un tercer túnel en la A-2 en El Bruc y el territorio lo rechaza
El Estado proyecta una nueva calzada en la A-2 a su paso por El Bruc y un tercer túnel, en el marco de una reforma en profundidad del tramo barcelonés comprendido entre Igualada y Martorell que supondrá una inversión de más de 500 millones de euros. La propuesta ha iniciado este mes su periodo de exposición pública y ha chocado con la oposición del ayuntamiento de El Bruc, así como de otros municipios en el trazado de la autovía. El proyecto del ministerio de Transportes contempla que el futuro tercer túnel de El Bruc concentre todo el tráfico en sentido a Lleida, que circulará por una variante al norte de la actual autovía.
Los dos túneles y las dos calzadas actuales en este tramo quedarían para la circulación en sentido a Barcelona. La galerías actuales, además, deberán reformarse y quedarse con dos carriles cada una (ahora una de ellas tiene tres) para adaptarse a la normativa comunitaria en materia de túneles. Tanto esta como el resto de actuaciones previstas entre Igualada y Martorell tienen como objetivo mejorar la seguridad del tráfico y equipararla a la de autovías y autopistas más modernas, según consta en la memoria del proyecto.
Sin embargo, algunos de los alcaldes de la zona consideran que se trata de una actuación sobredimensionada y con un elevado impacto ambiental y paisajístico. La alcaldesa de El Bruc, Bàrbara Ortuño, es partidaria de “mejoras puntuales en algunos accesos” a la autovía y propone potenciar el tráfico en las autopistas AP-2 y AP-7 una vez se han liberado los peajes en lugar de construir nuevas calzadas. “No está justificada una obra de 530 millones”, dijo.