Producción de aceite y oleoturismo dentro de una colina en Juncosa

La empresa Cuadrat Valley, de capital francés y establecida en L’Albagés, está en la recta final de la construcción de su molino de aceite integrado dentro de una colina en el término municipal de Juncosa. Ocupa más de 1.700 metros cuadrados y deberá entrar en funcionamiento en octubre, al inicio de la próxima campaña de la aceituna. Además de producir aceite, será también un novedoso equipamiento que acogerá eventos de oleoturismo.

El molino está dentro de una colina. Se integrará en el paisaje con un revestimiento de tierra y piedra seca que simulará los tradicionales bancales de Les Garrigues, así como un jardín con plantas autóctonas. Incluirá un showroom y un espacio para eventos en la parte superior, desde donde se podrá avistar el paisaje de la comarca.

En la planta intermedia estarán las oficinas y la zona de recepción de las olivas, mientras que en la inferior se instalarán una veintena de cubas. Un ascensor de 14 metros comunicará los pisos. Una vez entre en servicio, el molino, completamente mecanizado, apenas requerirá dos personas para funcionar.

La empresa producirá aceite virgen extra de la denominación de origen Garrigues con las aceitunas de la misma finca donde construye el edificio. Es de 85 hectáreas, de las cuales más de 60 están plantadas con olivos y el resto es bosque de pinos. La mayor parte de la producción de Cuadrat Valley, creada hace seis años, procede del cultivo intensivo de olivos jóvenes, aunque también ha dedicado unas 20 hectáreas al cultivo tradicional.

En tres años, confían en obtener también el sello de aceite ecológico. Hasta ahora llevaba su cosecha (poco menos de 200.000 kilos de aceitunas) al molino de la Cooperativa de L’Albagés. La próxima campaña será la primera en que molerá su propia producción, casi toda destinada a la exportación a Francia.Cuadrat Valley trabaja también en habilitar alojamientos turísticos en una decena de cabanes de volta y masos en el entorno de su molino.

El decreto de Turismo de la Generalitat abrió la puerta a hacerlo en 2020, pero diferencias de criterio con el departamento de Territorio en cuanto al cambio de uso de estos inmuebles tradicionales ha mantenido paralizada tanto esta como otras iniciativas similares en las comarcas leridanas.