La A-2, con un carril vacío porque coches y camiones lo esquivan por su deterioro

El carril derecho de la autovía A-2 aparece a menudo vacío en la Segarra, mientras coches y camiones circulan por los otros dos. Los conductores lo evitan siempre que pueden debido a su grave deterioro, con numerosos baches y grietas que ponen a prueba suspensiones y neumáticos. “Parece que te hayan cambiado el coche por un tractor, da la misma sensación que circular por un camino”.

Así lo describe Àngel Farré, alcalde del municipio barcelonés de Montmaneu. A esto se suman agujeros en las vallas por los que pasan animales y provocan accidentes de tráfico. Estas deficiencias acumulan años de antigüedad, pero ahora despiertan nuevas quejas.

Las reaviva el contraste que suponen frente al proyecto del Estado de invertir 530 millones para reformar el tramo entre Igualada y Martorell, que incluye un tercer túnel el El Bruc (ver SEGRE de ayer). Las diferencias en la conservación de la autovía se hacen patentes ya en el límite entre las dos provincias. El firme del tramo entre Montmaneu y Martorell se renovó íntegramente hace dos años mientras que, en Lleida, las actuaciones de conservación se concentran por ahora en los 15 kilómetros variante de la capital del Segrià y sus accesos.

Esta misma semana se han iniciado los trabajos para renovar las entradas a la autovía desde Torrefarrera y Albesa, tras diferentes actuaciones en las dos calzadas en años anteriores. El ministerio de Transportes ha elaborado estudios para mejorar otros tres tramos de la A-2 en Lleida, pero todavía no tiene una fecha prevista para las obras, a la espera de disponer de dotación presupuestaria (ver SEGRE del pasado domingo.) El presidente del consell de la Segarra y alcalde de Sant Guim, Francesc Lluch, afirmó que “es lamentable la diferencia de mantenimiento entre la provincia de Barcelona y la de Lleida”. “En esta última el carril lento ha quedado desierto por los baches, y la entrada de corzos a la autovía provoca accidentes, el último fue la pasada semana en Ribera d’Ondara”, dijo.En la misma línea,la alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan, valoró que “anunciar ahora una nueva inversión para la provincia de Barcelona, donde las ha habido de forma constante mientras que en Lleida no se ha hecho nada desde que se abrió es un despropósito grave”.

“Y todavía lo es más si tenemos en cuenta que el tramo de Lleida ha visto un aumento de la siniestralidad y una de las causas es sin duda el mal estado del firme”, subrayó.También la senadora Sara Bailach (ERTC) criticó la “falta de inversiones en Lleida, donde tenemos una A-2 llena de agujeros y no sirve que ahora reparen 15 kilómetros de los 85 del tramo leridano”. Cuando preguntó en el Senado sobre las diferencias de mantenimiento entre Lleida y Barcelona el pasado mes de noviembre, la ministra de Transportes, Raquel Sanchez, respondió que “las adjudicaciones para el mantenimiento de los firmes se hacen por provincias”. Añadió que, si bien a veces “una provincia parece que está mejor mantenida que otra” lo atribuyó a que “en una se ha hecho una actuación y en otra cercana no”.

Así consta en las actas de la sesión, pero Bailac insiste en que “en Lleida apenas se ha invertido mientras que en Barcelona el mantenimiento ha sido permanente”.