La universidad enjaulada

Las fachadas de la Universidad de Cervera llevan décadas sufriendo desprendimientos. Tras algunas reparaciones puntuales, la Paeria optó hace dos años por rodear el perímetro del edificio con vallas de protección. Se han mantenido allí desde entonces, para evitar que materiales desprendidos de las paredes provoquen daños a los peatones.

La Generalitat es la propietaria de este inmueble histórico, construido entre los años 1718 y 1740, de estilo barroco y declarado bien cultural de interés nacional (BCIN).El ayuntamiento insiste en reclamar obras a la administración catalana que garanticen la seguridad y permitan retirar el cercado, para que el público pueda admirar esta pieza del patrimonio histórico de la capital de la Segarra. Solo una parte de la Universidad de Cervera está libre de vallas: la que da a calle Canceller Dou, que fue objeto de obras para mejorar los cierres del edificio en el año 2018. Aunque el resto del edificio esté cercado, mantiene una notable actividad en su interior.

Da cabida al instituto Antoni Torroja, a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), al archivo histórico de la Segarra y a la Biblioteca Comarcal, además de servir como depósito de documentos de la Generalitat. Asimismo, es un centro neurálgico de la actividad cultural y social del municipio. El pasado fin de semana acogió actividades de la celebración de Sant Jordi.

También es la sede del Festival de Pasqua, del Festival Internacional de Música, del Aquelarre y de la Fira de Sant Isidre, entre otros eventos. Como centro docente, la Universitat de Cervera es competencia del departamento de Educación. Esta conselleria instaló grandes estructuras metálicas que cubren el recinto en los patios interiores, a la espera de una actuación definitiva.

Como elemento del patrimonio histórico, el edificio es competencia del departamento de Cultura, al que corresponde llevar a cabo el estudio y la revisión de las fachadas. La Paeria empezó a solicitar a la Generalitat medidas definitivas para poner fin a los desprendimientos en el año 2020. Desde entonces estas peticiones se han reiterado, aunque sin obtener resultados hasta ahora.

El alcalde de Cervera, Joan Santacana (ERC), explicó que, hace unas semanas, aprovechó una visita a la Segarra de la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, para recordarle la urgencia y la necesidad de actuaciones para poner fin a los desprendimientos en la Universidad y poder retirar las vallas que la rodean. Santacana recalcó que, si la Generalitat llevara a cabo un estudio detallado de los desperfectos que sufre el edificio, “por lo menos se podrían retirar las vallas en las zonas donde no existe riesgo de desprendimientos, con lo que mejoraría la estética de este gran edificio barroco”.Hace unas dos décadas, Cervera ya invirtió más de tres millones de euros en la mejora de los tejados y del paraninfo universitario.