URBANISMO REGULACIÓN
Veinte municipios descartan dotarse de un POUM y hasta 80 tienen normas desfasadas
Son 49 en Ponent y 31 en el Pirineo que cuentan con disposiciones subsidiarias de planeamiento o un plan general, como Lleida y La Seu || La ley de Territorio incoporará la categoría de municipio rural
Lleida ciudad no ha logrado llevar adelante un POUM.
Veintitrés municipios del llano de Lleida no tienen Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) y su desarrollo se rige por las normas de planeamiento urbanístico (NPU) que la Generalitat aprobó entre 2010 y 2015, precisamente, para que contaran con un instrumento para impulsar proyectos de estas características. Y en la mayoría de los casos, los ayuntamientos descartan promover la redacción de un POUM por su complejidad y su elevado coste. Es el caso, por ejemplo, de El Poal, cuyo alcalde, Rafel Panadés, señaló que invertir 100.000 euros en que calcula el coste no es necesario.
El director general de Urbanismo, Agustí Serra, señala que la única limitación en estos casos es que “cualquier modificación” de la planifiación debe pasar por la comisión de Urbanismo. A casi todos “ya les va bien así”. “Ahora trabajamos en la ley de Territorio, que sustituirá la de Urbanismo y contemplará la figura del municipio rural, pensada para pequeñas localidades, con un componente de despoblación, para que dispongan de un urbanismo adaptado.
Por ejemplo”, citó Serra, “las reservas de suelo en los desarrollos que establece ahora la ley no tienen sentido en los pueblos”. De los 149 municipios del llano, 77 tienen un POUM; 48 cuentan con Normas Subsidiarias que “deberían revisar” y 1 cuenta con un Plan General de Ordenación. Es Lleida y, junto con La Seu d’Urgell, en el Pirineo, “no tienen en cuenta los actuales requerimientos ambientales y sociales de la ley”.
Al margen de La Seu, en el Pirineo, 31 cuentan con POUM; 15, normas de planeamiento como El Poal (también podrían descartar un instrumento más riguroso); 3, un plan de ordenación plurimunicipal y 27, normas subsidiarias. Esto implica que 49 del llano y 31 del Pirineo cuentan con normas que no están adaptadas a la ley de Urbanismo de 2002, según la Generalitat y, por lo tanto, están desfasadas.
La planificación sin normas, en manos de Urbanismo
La diferencia principal entre un Plan de Ordenación Urbanística Municipal y las normas de planificación es, según la Generalitat y a efectos prácticos, que estas solo permiten establecer mapas delimitados de suelo urbano y no urbanizable, pero no posibilitan planificar de forma conjunta el crecimiento urbanístico del municipio ni diseñar nuevas zonas de expansión. La Generalitat incide también en que las normas subsidiarias de planeamiento y los planes generales no están adaptadas a la ley de Urbanismo de 2002 y, por lo tanto, están desfasadas. Así lo ha hecho saber, al menos, a los ayuntamientos de Lleida y La Seu d’Urgell.Actualmente, al menos Agramunt y Linyola están en proceso de revisar su planificación. El consistorio del Pla d’Urgell ha aprobado el anteproyecto del POUM y prevé tenerlo listo a finales de año, si bien de momento retrasa su tramitación definitiva para evitar suspender la concesión de licencias durante un año, tal como es preceptivo.En el caso de Agramunt, actualmente se rige según normativa de 1983, afirma el consistorio, y el pasado mes de agosto aprobó de forma inicial el POUM, que tramita de hecho desde 2014. Ahora está resolviendo las alegaciones y quedará pendiente la aprobación provisional y la definitiva por parte de Urbanismo.
