AGUA POTABLE
Dos pueblos de Les Garrigues prohíben beber agua del grifo al hallar pesticidas
Investigan si esto sucede en los otros 22 que se abastecen del pantano de Utxesa
Los ayuntamientos de Cervià y L'Albi han prohibido a sus vecinos beber el agua del grifo, tras detectar en ella una alta concentración de pesticidas. La reciben de la Mancomunitat de Les Garrigues, que investiga si esto sucede también en alguno de los otros 22 municipios a los que abastece. Algunos consistorios pidieron no consumirla por precaución.
Los vecinos de Cervià y L’Albi dejaron ayer de beber el agua del grifo y de usarla para cocinar.
Los ayuntamientos de estos dos municipios lo prohibieron por la mañana, tras constatar una alta concentración de pesticidas en el suministro. La Mancomunitat d’Aigües de Les Garrigues, que abastece a estos y otros 22 municipios de esta comarca y del Segrià, ha tomado muestras para determinar si este exceso de plaguicidas se da en otras localidades. Entre tanto, los consistorios de La Granadella y L’Albagés han instado también a sus vecinos a no consumir este agua por precaución.
La Mancomunitat ha encargado análisis urgentes del agua en la planta de tratamiento de Sarroca de Lleida y en depósitos municipales. Los resultados se esperan entre hoy y mañana.Las pruebas efectuadas días antes en los de Cervià y L’Albi revelaron la presencia de 0,17 microgramos de metolacloro por litro, casi el doble del límite legal de 0,1 microgramos. Fuentes de la entidad apuntaron la posibilidad de que el pesticida proceda del caudal que capta en el pantano de Utxesa, dado que la red de suministro es un circuito cerrado.
El pantano recibe el agua del canal de Seròs, que comienza en Lleida, y cabe la posibilidad de que el fertilizante sea fruto del arrastre, según fuentes próximas. El presidente de la Mancomunitat, Francesc Esquerda, explicó que, siguiendo recomendaciones de la Generalitat, han aplicado cantidades adicionales de los carboactivos que usan en la planta de Sarroca para absorber con rapidez los plaguicidas. Aparece con frecuencia en Utxesa y su presencia aumenta en primavera, cuando se aplican en fincas en el entorno del pantano.
La entidad ha informado a los ayuntamientos y cada uno ha decidido qué hacer. La Granadella emitió un bando en que insta a los vecinos a no consumir el agua del grifo “hasta nuevo aviso”, a la espera de conocer los resultados de los análisis. Por su parte, el ayuntamiento de L’Albagés puso en marcha un suministro alternativo a través de pozos del municipio de forma temporal.
Mientras la Mancomunitat trata de establecer el alcance del exceso de plaguicidas, las primeras prohibiciones de beber el agua del grifo empezaron a notarse en la venta de agua embotellada. Pocos minutos después de que los ayuntamientos de Cervià y l’Albi anunciaran la prohibición, prácticamente todos los comercios agotaron la venta de agua embotellada. Aconsejados por los ayuntamientos, los vecinos hicieron acopio de garrafas y los establecimientos tuvieron que pedir más a sus proveedores.
“Esperamos que la Mancomunitat solvente cuanto antes este problema”, dijo ayer la alcaldesa de Cervià de Les Garrigues, Mercè Rubió, “por eso pedimos a nuestros vecinos que asuman de momento la responsabilidad de comprar su propia agua”. Algunos habitantes de esta localidad reconocieron que deberán racionar temporalmente el agua en casa. “Somos una familia numerosa y necesitamos muchas botellas”, explicaron.