ECOLOGÍA ZONAS VERDES
Siete municipios de Lleida dejan de podar sus árboles para reducir contaminación
Acciones para mejorar la calidad del aire que se ponen en práctica bajo supervisión de un técnico||Mollerussa, sede de un congreso de profesionales de espacios verdes
Municipios de la demarcación de Lleida como Mollerussa, El Palau d’Anglesola, Bellvís, Ivars d’Urgell, Térmens, Torrefarrera y La Vall de Boí han dejado de podar los árboles de sus espacios municipales con un objetivo principal: que sus zonas verdes sean espacios sanos, saludables y sostenibles. Así lo explicó ayer el ingeniero paisajista Joan d’Arandes, que remarcó que la medida busca que la naturaleza actúe por sí sola, pero bajo la supervisión de un técnico. “Debe parecer un proceso natural, pero controlado” remarcó.
A cambio, los árboles, más frondosos, contribuyen a reducir la radiación solar y mejorar la calidad del aire para luchar contra el calentamiento global. “Lo único que puede hacer bajar la temperatura del planeta es la fotosíntesis. Y es que en Catalunya, por cada ciudadano debería haber 222 árboles para contrarrestar las emisiones de dióxido de carbono”, apuntó d’Arandes, que es técnico en jardinería en dichos municipios.
Respecto a la polinización, d’Arandes apostó por acelerar el proceso para que se precipite todo el polen a través de productos químicos y posteriormente llevar a cabo tareas de limpieza. Joan d’Arandes participó ayer en el 22 Congreso de la Associació de Professionals dels Espais Verds de Catalunya (APEVC) que acoge hasta domingo el teatro L’Amistat de la capital del Pla d’Urgell, coorganizado por Fira de Mollerussa. Cuenta con la participación de 180 profesionales y técnicos de espacios verdes de Catalunya y busca fomentar la biodiversidad, promover una fauna beneficiosa, buscar árboles felices que den sombra y que nos permitan vivir en la ciudad de una forma saludable”, tal y como explicó la presidenta de l’APEVC, Joana Astals.
El alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, aseguró que los espacios verdes “no son solo un complemento estético en las ciudades sino que son un elemento de calidad de vida y biodiversidad”.
Campañas de concienciación y más limpieza de las calles, claves
El ingeniero paisajista Joan d’Arandes explicó que, en otoño, el incremento de hojas que caen de los árboles sobre la calzada es percibido como un componente “sucio” de las zonas urbanas por los vecinos. Para contrarrestar esta visión, han promovido una campaña: Una hoja en el suelo no ensucia, hace otoño.
Por otra parte, también han incrementado el servicio de limpieza: “Pasamos de hacer trabajos en altura o hacerlos en el suelo y somos más eficientes. En diciembre ya tenemos el municipio limpio. Se gana en tiempo, gestión y dinero”.
En el caso de Mollerussa, donde hay zonas verdes con moreras (que producen frutos que caen y pueden molestar), apostó por sustituirlos por árboles como encinas o fresnos.