Los pueblos pequeños piden menos burocracia y más oficinas bancarias

Una cuarentena de alcaldes del llano de Lleida se reunieron ayer en Sidamon para plantear acciones en contra del despoblamiento rural. Menos burocracia, entidades bancarias en pueblos pequeños y facilidades para construir nuevas viviendas fueron algunas de las reivindicaciones de la sesión que organizó el lobby Eines de Repoblament Rural (ERR), del que ya forman parte un total de 523 consistorios de toda Catalunya. Así, el coordinador de ERR y alcalde de Montgai, Jaume Gilabert, criticó el “ahogo administrativo” que sufren los pueblos: “la burocracia administrativa crece sin parar y es insostenible, más aún en municipios pequeños con menos personal que se ven obligados a dedicar su jornada a cumplimentar requisitos de otras administraciones.

Sus efectos son que no se pueden generar nuevos proyectos para crear oportunidades, es un auténtico drama”, remarcó. En este sentido, la alcaldesa de Sidamon, Dolors Tella, añadió que “para conseguir una subvención hay que gestionar la misma tramitación que un ayuntamiento de ciudad”. Por esto, reclamó una “discriminación positiva” para que “las leyes tengan en cuenta nuestras peculiaridades”.

Los primeros ediles destacaron la importancia de la redacción del Estatut del Municipi Rural que ya ha iniciado la Generalitat, aunque remarcaron que los pueblos no pueden esperar, por lo que son necesarias acciones inmediatas que frenen el éxodo rural. Gilabert aseguró que este nuevo estatuto “protegerá” los pueblos pequeños ante leyes y normativas que en general benefician a las grandes ciudades. En este sentido, recordó que la actual ley de urbanismo es una “losa que impide crecer a los pueblos y una de las principales causas de despoblamiento en la Catalunya interior”.

También aseguró que el turismo rural es una opción para frenar el éxodo, aunque apuntó que es necesaria una normativa que conjugue alojamientos turísticos y viviendas para personas que quieran vivir en un pueblo. La reunión contó con la presencia de primeros ediles y concejales de municipios como Castelldans, Maldà, Ivars d’Urgell, Granyanella, Golmés, Miralcamp, Guimerà o Tarroja de Segarra.