Las obras de la carretera de Tàrrega a Guissona durarán hasta septiembre

La Generalitat ha empezado las obras para reparar el firme de la carretera L-310, que une Guissona y Tàrrega. Los trabajos, que inicialmente estaba previsto que arrancaran la semana pasada, han comenzado en el kilómetro 10 de la vía, en la zona donde la L-310 confluye con la carretera de Agramunt a Cervera. Los trabajos durarán cuatro meses, hasta septiembre.

Supondrán una inversión de 4,5 millones de euros y se destinarán a la reparación del firme y a instalar una nueva señalización. Esta carretera se mejoró de forma integral en la década de los años ochenta, pero en la actualidad ha quedado obsoleta tanto en lo que refiere a trazado como por la cantidad de grietas y agujeros que presenta el firme.El proyecto para reparar la L-310 provocó críticas entre alcaldes, que lamentaron que no se aprovechen las obras que se llevarán a cabo para modificar el trazado, que consideran que es peligroso porque hay muchas curvas y están mal peraltadas. Ediles y empresas se han quejado reiteradamente por los numerosos agujeros del pavimento (ver SEGRE del pasado martes).

Esta carretera es la vía de comunicación entre Andorra y Guissona y con el puerto Tarragona. Cuenta con un tráfico de más de 6.000 vehículos al día y suele presentar colas y retenciones. Por ello, muchos conductores optan por circular por la A-2 y la carretera que une Cervera y Guissona para desplazarse entre este último municipio y Tàrrega.

En 2017 se mejoraron los accesos a las poblacione y de forma irregular se han ido parcheando las grietas y agujeros. La vía tiene una longitud de 18,5 kilómetro y recorre los municipios de Guissona, Torrefeta i Florejacs, Plans de Sió y Tàrrega.