El asesino de la joven de Ponts Manoli Pulido cumple la condena sin haber indemnizado aún a la familia
La familia de Manoli Pulido, la joven de Ponts de 19 años que murió asesinada en junio de 2004, no ha recibido ninguna indemnización por parte de Antonio González Llaudet, el autor del crimen. González fue condenado a 18 años de cárcel (pena que expira el 19 de junio) y a indemnizar a los familiares de la víctima con 191.000 euros.
Antonio González Llaudet, el asesino de Manoli Pulido, la joven que Ponts a la que mató en junio de 2004, no ha indemnizado a los familiares de la víctima, a los que tenía que resarcir con 191.000 euros. Así lo ha explicado a este periódico Enric Rubio, de Rubio Advocats, letrado de la familia de Pulido, que ejerció la acusación particular. El abogado afirmó ayer que “sigue pendiente la responsabilidad civil de modo que, una vez en libertad, llevaremos a cabo de nuevo las gestiones correspondientes para intentar que se haga efectiva”. González Llaudet fue condenado a 18 años de prisión, una pena que acabará de cumplir el próximo 19 de junio. De hecho, a finales de abril la Audiencia de Lleida, a través de una letrada de la Administración de Justicia, emitió una diligencia de ordenación para el “licenciamiento definitivo del penado Antonio González Llaudet para el próximo 19 de junio”.
González fue condenado a 18 años de cárcel en marzo del 2007 por el Tribunal Supremo, que ratificó las sentencias de la Audiencia Provincial de Lleida y del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. El Supremo declaró firme la condena de 18 años de cárcel que se le impuso por el asesinato, que finaliza en menos de un mes. Además, el alto tribunal también condenó a González a indemnizar con 125.000 euros a la madre de la víctima y con 22.000 a cada uno de sus tres hermanos, es decir, 191.000 euros en total. Un importe al que no ha hecho frente en estos casi 18 años.
Enric Rubio recordó que “la responsabilidad civil declarada en sentencia penal no prescribe ni caduca. La salida en libertad supone el cumplimiento de la pena impuesta, pero no el final del procedimiento hasta que abone hasta el último céntimo. El condenado por asesinato aún es joven y puede trabajar u obtener alguna prestación, por lo que embargaremos todo lo que esté a nuestro alcance”.
El crimen se produjo la madrugada del 5 de junio de 2004 en una zona cercana a la ribera del Segre en Ponts. El joven tiró al suelo a la joven y después le hundió el cráneo con seis golpes de piedra. Se la llevó en su furgoneta hasta un bosque de Gualter, cerca del pantano de Rialb, y allí la enterró. No fue hasta el día 23 que unos excursionistas franceses descubrieron el cadáver de la joven en avanzado estado de descomposición.
Asesinato con alevosía
La Audiencia de Lleida, en su sentencia, argumentó que Antonio González cometió el asesinato con alevosía, aprovechándose “del desamparo de la víctima, en una situación imposible de defenderse”. Ella estaba tumbada en el suelo, después de que él la empujara. Esta situación, según los magistrados, “servía al acusado para asegurar el resultado de su acción sin peligro para él mismo”. Fue entonces cuando le asestó los golpes con una piedra. A todo ello añadió la juventud de la víctima y la forma posterior de proceder de Antonio como otros agravantes. En este último sentido, el tribunal recriminó que el condenado decidiera enterrar a la joven asesinada, “retardando con ello el descubrimiento del cadáver”.