SEGRE

AGRICULTURA FOTOVOLTAICAS

El Govern evitará las plantas solares en tierras fértiles

Dice que las autorizará en terrenos yermos || Tras las protestas de regantes, economistas y ecologistas a que se permitan

Placas solares en una balsa del Segarra-Garrigues en 2018.

Placas solares en una balsa del Segarra-Garrigues en 2018.ASG

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El secretario de Agenda Rural de la Generalitat, Oriol Anson, aseguró ayer que se facilitará y promoverá que las plantas fotovoltaicas se instalen en los terrenos menos productivos y se protegerán las zonas agrícolas óptimas para el cultivo. De esta forma salió al paso de las críticas que ha generado la decisión del Govern de levantar el veto a centrales solares en nuevos regadíos y en fincas donde está previsto instalarlo. Esta restricción formaba parte del decreto de renovables del pasado octubre, y frenó una decena de proyectos para grandes extensiones de paneles fotovoltaicos en terrenos del Segarra-Garrigues, el Segrià Sud y el Garrigues Sud.

La decisión de la Generalitat provocó la inmediata oposición de los regantes. La Associació Catalana de Comunitats de Regants (Acatcor) lamentó que la Generalitat “desproteja al riego para incentivar las energías renovables”. La entidad cree que permitir centrales solares destinadas a la venta de electricidad (hasta ahora solo se permitían para autoconsumo) en regadíos “hará que numerosos propietarios de terrenos potencialmente agrícolas los destinen a energías renovables”.

A los regantes se sumaron el Colegio de Economistas, el de Ingenieros Agrónomos y el de Ingenieros Técnicos Agrícolas, así como de la Institució Catalana d’Estudis Agraris (ICEA) y la asociación ecologista Ipcena. Aseguran que “Catalunya no puede perder más superficie agrícola, y menos aún de riego, para instalar energía solar” y creen que el Govern comete “un error que aumentará la dependencia alimentaria”.El Segarra-Garrigues ya ha anunciado que llevará a la via judicial los proyectos de plantas solares previstas en su zona de regadío. Según su presidente, Josep Maria Jové, “cada hectárea que restemos supondrá encarecer el coste del agua y del mantenimiento, y desincentivará a los agricultores a sumarse al riego y, si no tenemos las adhesiones suficientes, no podremos poner el riego en nuevos sectores”.

Sin embargo, Jové indicó que instalar placas solares en balsas de riego solventaría el problema.

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