La Generalitat ordena derribar varias torres de hace 30 años frente a las pinturas de El Cogul

La Generalitat ha redactado varios expedientes urbanísticos donde ordena el derribo inmediato de un conjunto de torres o cabañas levantadas hace casi 30 años frente a la Roca dels Moros de El Cogul, donde se hallan las pinturas rupestres Patrimonio de la Humanidad. Algunas de estas órdenes, que se acompañan con multas, están todavía pendientes de ejecutar por parte de los propietarios y el gobierno autonómico amenaza con el derribo forzoso cuando finalice el proceso administrativo. “No tenemos intención de irnos porque no hacemos nada ilegal”, señaló Paco Navarro, el propietario de unas de estas edificaciones, que aseguró que dispone de un documento de hace treinta años donde consta un permiso municipal.

Navarro, residente en Lleida, afirma que sus padres compraron los terrenos para tener un huerto y almacenar herramientas y que él incorporó otros espacios como cocina, dormitorios y lavabos para que viva allí un familiar. “Incluso tengo pensado un proyecto de granja-escuela para dinamizar el entorno, pero espero que se archiven los expedientes administrativos”.Fuentes de la dirección general de Ordenación del Territorio y Urbanismo indicaron que las chabolas están en “una zona clasificada de suelo no urbanizable y espacios naturales protegidos”. Los informes técnicos explican que el planeamiento del municipio sólo permite en esa zona, situada junto a un río, “el uso agrícola y forestal, prohibiendo expresamente cualquier otro tipo de transformación del suelo que lesione los valores específicos de la vegetación arbórea”.

Según Urbanismo, las obras denunciadas por el ayuntamiento no disponen de licencia “ni pueden tenerla nunca”, debido a las diversas vulneraciones urbanísticas en las que incurren, entre las que hay el Plan Urbanístico Municipal (POUM), el Plan Territorial Parcial de Ponent y la propia ley de Urbanismo. A todo ello, fuentes de la Generalitat añaden que “diversas parcelas están situadas frente al Centro de Interpretación de la Roca dels Moros, causando perjuicios en el entorno paisajístico del patrimonio arqueológico”. El Govern asumió la gestión del conflicto en 2016, a instancias del propio ayuntamiento de El Cogul, entonces gobernado por Jaume Mor.

El exalcalde dijo que las torres fueron construidas “en una época sin tantas exigencias urbanísticas”. “Hicimos todo lo que pudimos para negociar con los propietarios, pero no logramos un acuerdo”. Algunas de las propuestas que los arquitectos municipales hicieron a los propietarios fueron revestirlas con piedra o la plantación de setos a su alrededor, para que las edificaciones estuvieran mejor integradas en el territorio.

“Al principio, los propietarios accedieron verbalmente, pero nunca lo acabaron cumpliendo”, lamentó Jaume Mor. Sin embargo, Paco Navarro replica que “no nos dieron ninguna garantía de que legalizarían nuestras propiedades con estas mejoras”. La alcaldesa actual, Anna Torres, rechazó valorar la situación y señaló que compete a Urbanismo.Algunas torres son de tipo residencial y otras solo almacenes.

En algunos casos han llegado a acoger animales. “Hemos sufrido algunos incidentes por culpa de estos animales”, recuerda Jaume Mor en referencia a la indemnización que el ayuntamiento, como responsable subsidiario, tuvo que pagar por la muerte de un caballo por parte de un cazador. Desde que la Generalitat tomó las riendas del problema, algunas órdenes de derribo ya se han ejecutado por parte de varios propietarios, pero quedan las que están enfrente de la Roca dels Moros.

La exalcaldesa Nuria Civit, actual edil en la oposición, recuerda que “es un tema que arrastramos desde hace demasiado tiempo y daña la imagen del pueblo y de nuestro patrimonio”.

El Govern amenaza con multas y con llevar a cabo el derribo subsidiario de las construcciones