SEGRE

AGUAS SEQUÍA

La sequía y el calor sitúan al río Segre en estado de emergencia

Abre la puerta a prorrateos, pero los regantes dicen que la campaña está garantizada

La cola del pantano de Rialb en una imagen de principio de verano.

La cola del pantano de Rialb en una imagen de principio de verano.C.SANS

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La falta prolongada de lluvias, la ausencia de reservas de nieve en el Pirineo y el incremento de la demanda de agua para el regadío han llevado la cuenca del río Segre a un estado de emergencia por sequía, lo que abre la puerta a posibles prorrateos en el regadío. La Confederación Hidrográfica del Ebro estima que la escasez de aportaciones de agua al río empeoró en mayo, al tiempo que subía el consumo de agua por las elevadas temperaturas. Las reservas de los pantanos del Segre están lejos de la media de los últimos años: Oliana almacena ahora 65 hectómetros (frente a los 73 del último lustro) y Rialb, con capacidad para 400 hectómetros, tiene ahora 180, frente a los 325 de media en cinco años.Fuentes del organismo de cuenca señalaron ayer que los prorrateos en el regadío dependerán de la disponibilidad del agua, si bien los regantes del Canal d’Urgell, principales usuarios de Oliana y Rialb, descartaron que se aplique ninguna limitación este año.

El presidente de los regantes, Amadeu Ros, aseguró que la campaña actual está garantizada. “Aunque no lloviera en todo el verano, acabaríamos la temporada con 100 hectómetros de reservas” de agua en el sistema, afirmó. La CHE remarcó por su parte que de momento no se aplican medidas y afirmó que los regantes han planificado los cultivos correctamente de cara a la temporada ya que conocen la situación de sequía prolongada “desde hace meses”.

Las escasas reservas afectan a otros pantanos como el de Canelles, en el Noguera Ribagorçana. Ayer empresarios y el ayuntamiento de Àger se reunireron para buscar soluciones al bajo caudal, que impide actividades lúdicas.

La Mancomunitat de Les Garrigues, de nuevo sin agua por plaguicidas

Los 25 pueblos de la Mancomunitat d’Aigües de Les Garrigues vuelven a estar sin agua del grifo para beber y cocinar después de que los análisis detectaran una alta concentración de plaguicidas en la planta potabilizadora.

Esto ya sucedió a principios del mes pasado. El presidente de la entidad, Francesc Esquerda, insistió en la creación de una segunda captación al margen de la Utxesa para que los vecinos no se vean afectados por las restricciones. Bovera repartirá hoy garrafas de agua.

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