Andorra estrena el Puente Tibetano de Canillo, a 158 metros del suelo
La pasarela minimalista ha contado con una inversión de 4,6 millones de euros
Andorra estrena el Puente Tibetano de Canillo tras una inversión de 4,6 millones de euros.
Andorra desafía a las alturas con la construcción del Puente Tibetano de Canillo, una pasarela minimalista situada a 1.875 metros de altitud que sobrevuela uno de los parajes naturales más impresionantes del país de los Pirineos: el Valle del Río. El Puente Tibetano de Canillo, en el que se han invertido un total de 4,6 millones de euros, abre al público este jueves y se convierte en el segundo más largo de todo el mundo con una longitud de 603 metros.
La singular pasarela suspendida en el aire une los dos extremos del valle con un paso únicamente peatonal de un metro de ancho que vuela por encima del río y el suelo desde una vertiginosa altura de hasta 158 metros.
El Puente Tibetano de Canillo abrirá al público a partir del jueves con dos jornadas consecutivas de puertas abiertas. Los visitantes tendrán que reservar igualmente su entrada a través de la web www.ponttibetacanillo.com o en la Oficina de Turismo de laparroquia. A partir del próximo sábado 11 de junio la pasarela del Valle del Río será de pago así como también lo será el mirador del Roc del Quer (mirador con plataforma voladiza a 500 metros del suelo). La entrada individual tendrá un precio de 12 euros y de 5 euros respectivamente, con un descuento del 50% si se adquiere el paquete de compra del Puente Tibetano y el mirador del Roc del Quer.
La previsión de afluencia en los seis primeros meses de apertura del Puente Tibetano de Canillo es de cerca de 75.000 visitantes (de junio a noviembre). El puente tiene una capacidad de carga de 600 personas en simultáneo, aunque se estima que traspasen el puente hasta un máximo de 165 usuarios por hora (unos 60 en el mismo momento). Para acceder a la pasarela del Valle del Río es imprescindible hacer uso del servicio de bus con salida y llegada desde el pueblo de Canillo. Esta pasarela desde el Valle del Río pretende posicionarse como polo de atracción en Andorra y en los Pirineos durante los meses fuera de la temporada de esquí.
