La falta de garantías de agua deja fuera del regadío 1.400 ha en Lleida

El cambio climático y sus efectos inspiran ya la política hidráulica actual y condicionan la planificación hidrológica hasta el punto de que han obligado a dejar fuera de los proyectos de nuevos regadíos cerca de 1.400 hectáreas en Lleida, de un total de 8.587 en Catalunya. El nuevo Plan Hidrológico del Ebro, que está a punto de ser aprobado de forma definitiva por el Gobierno central, incluye para Catalunya la transformación al regadío de un 49% de la superficie propuesta por la Generalitat de ahora a 2027: de 27.039 hectáreas incorpora 13.480, que son 10.000 más del Segarra-Garrigues hasta las 20.000 y el resto, para el canal de Xerta-Sènia, en Tarragona.Y en concreto, el Plan Hidrológico relata que un total de 8.587 hectáreas de las que se piden regar no tienen concesión ni garantías de agua con los caudales estimados en la actualidad, de las que 452 son de la ampliación de la zona regable del Garrigues Sud y otras 907, de ampliación del canal de Aragón y Catalunya en los llanos del Sas en Alguaire.Miguel Ángel García Vera, jefe de la oficina de Planificación de la Confederación Hidrográfica del Ebro, explica que el cambio climático ya está presente en la legislación actual y que recoge la previsión de descenso de las aportaciones de agua de los ríos. El Plan Hidrológico plantea una disminución del 5% del caudal en 2040 y del 20% en 2100.

García Vera sostiene también que si bien “el aumento de la temperatura es irrefutable” según todos los informes, “no se ve claro que haya disminuido” el balance de lluvias, aunque “a futuro, hay que preverlo”. Por ello, “el descenso de las aportaciones de agua tiene incidencia en el cálculo de las garantías” de suministro y “cuando hay que planificar, hay que cumplir los criterios de garantía”, lo que obliga a excluir el regadío que no las tenga. Aunque por otros motivos, el Plan Hidrologico 2021-2027 excluye también los riegos de amplación del Algerri-Balaguer (100 ha) y Segrià Sud (2.329 ha), porque está pendiente de demostrar que no amplían la superficie regable; y del entorno de Rialb y Baronia, Tiurana y Bassella (2.209 ha en total).

El río Segre, en emergencia por la falta de lluvias y por los embalses

La prolongada escasez de las lluvias y la evaporación de las reservas de nieve en el Pirineo han llevado a declarar la situación de emergencia en el río Segre, el único de la cuenca del Ebro en este estado. Esta consideración abriría la puerta a prorrateos en el regadío, lo que afectaría al canal d’Urgell y al Segarra-Garrigues, si bien por ahora se descarta tomar ninguna medida de esta índole. Otro efecto que tienen las bajas reservas de agua es que el pantano de L’Albagés no puede poner en práctica las operaciones de llenado y vaciado asociadas a la puesta en carga.

Pese a todo, almacena unos 9 hectómetros cúbicos y ya sirve agua a algún regante del Segarra-Garrigues.